El candidato presidencial sandinista de Nicaragua Daniel Ortega, aseguró hoy en rueda de prensa que no está agonizando.
Según el ex jefe de Estado el pueblo nicaragüense llevará de nuevo al poder al Frente Sandinista el próximo 20 de octubre.
"No estoy agonizando, como han dicho algunas agencias de prensa de forma intencionada. Gracias a Dios, a la ayuda de mi familia y de los médicos estoy bien de salud", dijo en conferencia de prensa.
"Estoy trotando seis kilómetros diarios y no creo que una persona en estado agónico podría hacerlo", añadió.
Ortega sufrió un ataque cardíaco hace más de un año, cuando se encontraba en La Habana.
Desde entonces, el líder sandinista lleva un régimen de vida, de trabajo y alimentación muy diferente al trajín de la década de los ochenta e inicios de los noventa.
Ahora, debe viajar cada tres meses a Cuba, donde se somete a chequeo y exámenes médicos. Además, se ha vuelto vegetariano y constantemente acude e invoca expresiones religiosas cuando habla.
"Ustedes están viendo en qué condiciones estoy trabajando. Me encuentro bien y espero continuar así", insistió.
A partir del 19 de julio, fecha en que el Frente Sandinista celebra el triunfo sobre la dictadura somocista, Ortega ha emprendido su campaña electoral por diversos puntos del país, logrando una vez más llenos totales en las plazas de esas localidades.
A diferencia de 1990, cuando se presentó como "el gallo ennavajado" y vistiendo camisas juveniles, Ortega ahora viste camisas blancas, cuello chino, como símbolo de paz y reconciliación.
Además, ya no habla en un tono agresivo, polarizante. Ahora se presenta como un hombre conciliador, reflexivo, en correspondencia con el lema de su campaña "El gobierno de todos".
"Tengo plena confianza en el pueblo de Nicaragua. Creo que nos va a dar una oportunidad para volver al gobierno y votará a nuestro favor el 20 de octubre", dijo Ortega.
Años atrás, la bandera de la unidad nacional fue clave para alcanzar el triunfo contra Somoza. Actualmente, el Frente Sandinista está echando mano de ella para derrotar en las próximas elecciones a su adversario Arnoldo Alemán, a quien Ortega identifica como "liberal somocista".
Para demostrar su voluntad de estructurar un gobierno de unidad nacional, los sandinistas escogieron al productor Juan Manuel Caldera, como candidato a la vicepresidencia, y a Mariano Fiallos Oyanguren, ex presidente del Poder Electoral de 1984 a febrero de 1996, como futuro canciller.
"Contaremos con un canciller de indiscutible prestigio, un hombre que promoverá las buenas relaciones con todos los países y particularmente con Estados Unidos", señaló Ortega.
"Queremos que desaparezca toda duda en el pueblo de que con un gobierno sandinista vendrá de nuevo la confrontación, la guerra. Eso está totalmente descartado", añadió.
Fiallos, militante sandinista, es una personalidad que goza de mucho prestigio y respeto adentro y fuera del país, ya que fungió como rector universitario durante años y fue quien dirigió los comicios generales de 1984 y 1990.
En febrero pasado renunció al cargo de presidente del Consejo Supremo Electoral, por considerar que la actual ley electoral debía ser nuevamente reformada, ya que tenía severos vacíos jurídicos.
"Las relaciones con Estados Unidos son muy importantes. No debe regresar un período de confrontación, sino establecer relaciones de cooperación, basadas en el respeto mutuo", señaló Fiallos.
En la década pasada, las relaciones exteriores del gobierno sandinista las dirigió el ex sacerdote Miguel D'Escoto, un hombre muy cercano a Ortega y caracterizado como "intransigente". Fiallos es la cara opuesta de la moneda. (FIN/IPS/rf/dg/ip/96)
