NEPAL: Controversias fluviales aún empañan los lazos con India

Cada vez que un partido político opositor en Nepal quiere mejorar sus índices de popularidad, un método seguro para ganar apoyo rápidamente es aporrear al gigantesco vecino meridional, India.

No hay duda que en el curso de los años, Nueva Delhi ha dado sobradas razones a los nepalíes para sentirse agraviados.

Los 16 meses de bloqueo de sus fronteras con el reino himalayo en 1989 todavía es un caso patente. El bloqueo llevó a una crisis económica que, indirectamente, aceleró la caída de la monarquía absoluta del país.

Los últimos embates contra India son obra de los partidos nepalíes de extrema izquierda, los cuales están usando una reciente disputa territorial y un proyecto de tratado de coparticipación de un río fronterizo para generar sentimientos antiindios.

El 21 de agosto, el izquierdista Frente Popular Unido (UPF) provocó la parálisis del Valle de Kathmandu con una huelga que afectó el entorno de la capital y sus 1,1 millón de habitantes.

La huelga transcurrió en calma, si bien los negocios permanecieron cerrados y los transportes, así como los automóviles privados, no circularon por los caminos.

La disputa surgió por el relineamiento de los pilares limítrofes a lo largo de la frontera oriental de Nepal con India. El UPF difundió una fuerte declaración poniendo como un trapo "el imperialismo indio y los funcionarios antinepalíes que se muestran renuentes a tratar problemas fronterizos".

Muchos analistas políticos indicaron que son tiempos de prueba para los vínculos entre Nepal e India, y la creciente violencia verbal del UPF puso en el candelero a la coalición gubernamental tripartita y la izquierda moderada.

El Partido Comunista Marxista-Leninista Unido de Nepal (UML), que resultó electo y gobernó el país durante seis meses el año pasado, tambien retiró su anterior aprobación al tratado sobre el Río Mahakali con India, sobre la frontera occidental.

La agitación ultraizquierdista amenaza exacerbar desmedidamente los sentimientos antiindios generados por el UML.

Por otra parte, la coalicion de centroderecha liderada por el Congreso Nepalí elevó el mes pasado al parlamento su propia versión del Tratado del Río Mahakali, la cual requiere una mayoría de dos tercios para su ratificación.

Mientras el gobierno se muestra ansioso de hacer votar el tratado, las discusiones sobre el acuerdo bilateral han sido aplazadas debido a las controversias legislativas.

En un momento que el ejecutivo necesita toda la simpatía que pueda obtener del público para ratificar Mahakali, las nuevas disputas fronterizas en el este han distraído la atención de los parlamentarios, muy susceptibles a las actitudes de "hermano mayor" de India.

Los legisladores del UML denunciaron que Nepal ha perdido una vasta porción de su territorio debido a los nuevos pilares límitrofes erigidos en el distrito de Jhapa.

En un intento de dirimir la controversia, el ministro de Exteriores, Prakash Chandra Lohani, dió una declaración diciendo que los nuevos lineamientos fronterizos estaban en consonancia con el tratado de 1874 firmado entre Nepal e India Británica, por el cual el reino himalayo mantuvo su territorio intacto.

Sin embargo, el ministro no logró silenciar las críticas. Lohani debió atenuar su posición y uno de sus correligionarios se dirigió a Kathmandu para declarar públicamente que una parte considerable de su granja quedó ahora en territorio indio.

Los obserrvadores dijeron que el gobierno debe jugar sus cartas con cuidado. Los comunistas, que han ganado considerable terreno en el pasado con sus actitudes antiindias, no solamente podrían trabar el acuerdo del Mahakali sino tambien ganar considerable aprobación pública con su posición.

Ese respaldo popular ya se está manifestando porque el 17 de agosto pasado cientos de militantes del Partido Nepalí de Obreros y Campesinos (NWPP), junto con escolares y trabajadores rurales, desfilaron por las calles de Kathmandu coreando consignas contra el "imperialismo" indio.

El NWPP está liderado por el veterano maoísta Narayan Man Bijukchhe, que cuenta con masivo apoyo en la ciudad de Bhaktapur, en el Valle de Kathmandu. Es el único partido comunista nepalí, junto con el UML, que ha sido reconocido como agrupación nacional.

También hay otros puntos controvertidos: el Tratado Indo-Nepalí de Paz y Amistad de 1950 que muchos consideran inicuo y exigen que sea revisado. Desde la restauración de la democracia en 1990, sucesivos gobiernos de Nepal han tratado de persuadir a India de suscribir un pacto menos humillante.

Irónicamente, los miembros del gobierno de centroderecha son los mismos políticos que acusaron al UML de "vender el país a India" cuando estuvo en el poder.

Algunos observadores señalaron que cuando los lazos indo- nepalías se mezclan con temas referidos al agua se vuelven todavía más volátiles. Anteriores esquemas fluviales y de irrigación en la frontera han beneficiado mucho más a India que Nepal, y ahora los nepalíes sospechan de cualquier arreglo de ríos con India.

"La larga historia de controversias fluviales han creado una sensibilidad particular en Nepal. Mucha gente no puede creer que los nepalíes sean incapaces de lograr un acuerdo con India", comentó el ministro de Recursos Hídricos, Pashupati Sumsher Rana, quien está casado con la hija de una familia aristocrática india.

Rana observó que hay una arraigada paranoia respecto a cualquier tratado de coparticipación fluvial con India. "En efecto, (la oposición) está diciendo que el Tratado del Mahakali es demasiado bueno para resultar creíble, de modo que debe ocultar algo terriblemente equivocado…". (FIN/IPS/tra- en/au/kd/an/ego/ip).

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