MEXICO: Niveles de bienestar se recuperarán en años, dice Zedillo

Para recuperar el nivel de vida de 1994, México deberá esperar aún "varios años", pronosticó el presidente Ernesto Zedillo, tras advertir que mantendrá sus estrategias económicas pese a las críticas y a los efectos de corto plazo.

En reunión con editores económicos de periódicos locales, Zedillo señaló que si decidiera cambiar su programa de gobierno, que ha despertado protestas de varios sectores, no se cumpliría el objetivo de evitar que se repitan en el futuro crisis como la estallada a fines de 1994.

Coincidiendo con cifras macroeconómicas y con evaluaciones de organismos empresariales y de voceros del gobierno de Estados Unidos, Zedillo dijo que hay claros signos de recuperación de la economía que, según afirmó, ahora es menos vulnerable a problemas políticos y menos dependiente de capitales especulativos.

Según la tesis oficial, el nivel de ingresos que tenía la economía mexicana antes de la crisis, cuando el país era puesto como ejemplo de éxito por los organismos financieros internacionales, era ficticio, pues fue logrado con el ingreso de 100.000 millones de dólares de capitales foráneos especulativos.

El presidente se engaña, debería salir a la calle y ver el sufrimiento que provocan sus estrategias, expresaron portavoces de Alianza Cívica, grupo no gubernamental que junto con otras organizaciones convocaron para septiembre a realizar jornadas "de condena a la política económica del gobierno".

En 1995, Alianza Cívica, la Red Mexicana de Acción frente al Libre Comercio, la Asociación de Industriales y el grupo de deudores de la banca el Barzón, organizaron una consulta nacional en la que recabaron 428.000 firmas para apoyar un documento en el que se demanda abandonar el esquema económico "neoliberal".

Las estrategias no siempre son populares ni comprendidas, pero se mantendrán, pues están orientadas a construir las bases para que el país se mantenga en la senda del crecimiento, declaró Zedillo.

A pesar de la recuperación del producto interno bruto -que de una caída de 9,8 por ciento en junio de 1995 pasó a un aumento de cinco por ciento 12 meses después-, a la progresiva baja en las tasas de interés y a la mejora en los niveles de empleo, el poder adquisitivo de los salarios no repunta.

El salario mínimo diario, al tipo de cambio de 1994, bajó de 15,32 pesos en junio de hace dos años a 13,33 en el mismo mes de 1995 y a 12,49 en junio pasado. En iguales lapsos, el tipo de cambio pasó de 3,39 a 6,09 y a 7,59 pesos por dólar.

En materia de inflación, del 3,3 por ciento acumulado en el primer trimestre de 1994 subió en el mismo período de 1995 a 32,9 por ciento para luego bajar a 15,3 por ciento en 1996.

Zedillo sostuvo que de no haberse aplicado las medidas de ajuste de 1995, que fueron respaldadas por préstamos de emergencia de Washington y del Fondo Monetario Internacional, el descenso del producto interno no habría sido de siete por ciento al terminar 1995, sino posiblemente de 15.

Para superar la crisis en forma definitiva, el mandatario dijo que es fundamental mejorar el ahorro interno, por lo que su gobierno adoptó estrategias como el aumento del impuesto al valor agregado, medida que castiga el consumo, y se apresta a privatizar y "bursatilizar" los fondos de retiro.

Desde el estallido de la crisis y su impacto mundial conocido como "efecto tequila", el gobierno, los analistas y los empresarios han expresado pronósticos de plena recuperación en plazos de tres, cinco y hasta 24 años. Ahora el presidente se limita a decir "que deberán transcurrir varios años".

El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado sostiene que la recesión ya culminó y que México ingresó a una etapa de crecimiento, que este año se expresará con un repunte del producto interno bruto de 3,2 por ciento.

El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Robert Rubin, declaró a fines de julio que México está dando claras muestras de recuperación y de confianza en los mercados internacionales.

Su declaración siguió al anuncio del gobierno mexicano de que pagará antes de que finalice el año, 7.000 de los 10.500 millones de dólares de los préstamos de emergencia que en 1995 recibió de Washington y 1.000 de los 12.000 millones de dólares que adeuda al Fondo Monetario Internacional.

Para realizar los pagos, el gobierno de Zedillo colocó 6.000 millones de dólares en notas bancarias en los mercados internacionales, en una operación que demostró, según fuentes oficiales, la confianza de los inversionistas en el futuro económico de México.

"A pesar de la recuperación que se observa es necesario señalar que no vamos a estar igual que antes de la crisis, para eso pasarán varios años, no podemos esperar un crecimiento de 15 por ciento en un año, prometerlo sería engañar a la gente", declaró Zedillo. (FIN/IPS/dc/jc/if/96

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