MEXICO: Decisión judicial complica caso Colosio, piden renuncias

Un nuevo giro tomó en México la trama novelesca creada alrededor del asesinato del candidato presidencial Luis Colosio, al declarar un juez inocente a la persona que habría realizado un segundo disparo contra el político.

Argumentando ausencia de pruebas suficientes, el juez Jorge Prado ordenó este miércoles la liberación de Othón Cortés, detenido en febrero de 1995, luego de que el procurador Antonio Lozano y su equipo lo acusaron de realizar un segundo disparo contra Colosio.

Con la absolución, las investigaciones de la Procuraduría General (PGR) sobre el crimen ocurrido en marzo de 1994 pierden fuerza, pues partían de que Cortés, un chofer que trabajaba para el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), participó en concertación con otras personas en el homicidio.

"Ahora estamos nuevamente como al principio, llenos de dudas sobre el caso", dijo el senador Guillermo del Rio, miembro de una comisión legislativa que sigue las investigaciones del caso Colosio.

La liberación de Cortés demuestra el fracaso de la PGR y despierta sospechas sobre un posible ocultamiento de pruebas para impedir que se descubra al autor intelectual del crimen, que "todos saben" fue el ex presidente Carlos Salinas (1988-94), señaló Del Rio.

Lozano y su equipo deben renunciar inmediatamente, pues sus investigaciones no llevan a ningún lado, expresó el senador, que pertenece al opositor Partido de la Revolución Democrática (PRD).

El procurador, quien es constantemente cuestionado por la lentitud, filtraciones y aparentes cambios de dirección en las investigaciones del caso Colosio, dijo que continuarán las pesquisas sin mayores alteraciones, pese a la absolución de Cortés.

En un comunicado público, la PGR indicó que apelará la decisión judicial. Existen suficientes pruebas que demuestran que Cortés es culpable, aseguró.

Tras más de dos años de investigaciones, revisiones de videos y reconstrucciones del crimen, las especulaciones y dudas sobre el homicidio, lejos de disminuir, parecen multiplicarse. Lo único cierto es que una persona ya fue sentenciada por haber realizado aparentemente el primero de los dos disparos contra Colosio.

Para la mayoría de los políticos, incluidos los oficialistas, el asesinato, aparentemente fraguado en el propio entorno del candidato presidencial del PRI, tuvo un móvil político.

El PRD sostiene que fue Salinas quien ordenó el asesinato, pues Colosio comenzó a criticar al sistema político y supo aparentemente de los vínculos que habrían mantenido políticos con narcotraficantes.

Tres procuradores y fiscales diferentes se han hecho cargo de las investigaciones del caso, en las que primero se mantuvo la tesis de que sólo una persona disparó contra Colosio, pese a que existían evidencias de que se manipuló la escena del crimen para desviar las pesquisas y se mintió sobre el arma usada.

El gobierno "no descansará hasta aclarar el crimen, hasta saber la verdad" de la muerte del "gran líder", prometió el presidente Ernesto Zedillo en marzo del año pasado.

En junio de 1995 el ex subprocurador Mario Ruiz Massieu denunció en Estados Unidos, donde permanece detenido mientras las autoridades resuelvan un pedido de extradición de México, graves irregularidades en las investigaciones del caso Colosio y que la policía mantiene oculto al verdadero autor del crimen.

Según Ruiz Massieu, a quien la justicia mexicana reclama por enriquecimiento ilícito, Mario Aburto, que fue sentenciado por ser el autor del asesinato, no es quien permanece detenido en una cárcel de alta seguridad.

Cuando se produjo el homicidio del candidato presidencial los inversionistas, nerviosos y desconfiados, retiraron millones de dólares de México, en un hecho que abonó la crisis económica estallada a fines de 1994.

En las investigaciones del asesinato de Colosio, han sido mencionados, además del ex presidente Salinas, ex colaboradores del PRI, varios diputados y algunos narcotraficantes.

Ante los pedidos de la oposición para que se llame a declarar a Salinas, el procurador se ha limitado a decir que se citará a quien se considere necesario. (FIN/IPS/dc/dg/ip/96)

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