Los presidentes de Chile, Eduardo Frei, y Uruguay, Julio María Sanguinetti, destacaron hoy en esta capital la progresiva consolidación del Mercosur y señalaron que el caso Berríos, que involucra a los dos países, es un tema en manos de la justicia.
Sanguinetti, quien inició este domingo una visita de oficial de cuatro días a Chile acompañado por una numerosa comitiva oficial y más de 150 empresarios, sostuvo este lunes su primera reunión de trabajo con Frei.
El gobierno chileno ha dado especial realce a la presencia de Sanguinetti, el primer presidente de un país del Mercado Común del Sur (Mercosur) que visita Santiago desde que Frei firmara, en junio, el tratado de asociación de Chile con el bloque subregional.
En una conferencia de prensa conjunta con Frei, el mandatario uruguayo destacó que con el ingreso de Chile, que se materializará desde el 1 de octubre, el Mercosur alcanza una doble presencia en los océanos Atlántico y Pacífico.
Conformado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay desde 1991, el Mercosur tenía una identificación marcada con el Atlántico, que ahora con la asociación de Chile se expande hacia la vasta cuenca del Asia-Pacífico.
Sanguinetti subrayó ante la prensa que la proyección del Mercosur va más allá de lo meramente comercial y señaló que la integración subregional y latinoamericana no puede darse sin democracia en todos los países.
"La democracia es el prerrequisito para la integración", enfatizó el mandatario uruguayo, insistiendo en que el Mercosur "es un fenómeno de profundo contenido político" como quedó en evidencia este año con la defensa del gobierno constitucional de Paraguay ante un conato de golpe.
En vísperas de la visita de Sanguinetti, algunos dirigentes de la oposición derechista plantearon que el Congreso debe rechazar el tratado de asociación con el Mercosur a raíz de la cláusula democrática adoptada en la última cumbre del bloque en San Luis, Argentina.
Según los derechistas, esa cláusula, que excluye del Mercosur a países en que se interrumpa el sistema de democracia representativa, viola la soberanía de los estados y el principio de no intervención.
En su primer encuentro, Frei y Sanguinetti y los ministros de Relaciones Exteriores Alvaro Ramos, de Uruguay, y José Miguel Insulza, de Chile, firmaron un tratado bilateral de extradición que sustituye a otro en vigencia desde 1897.
El nuevo tratado actualiza normativas en la tipificación de delitos extraditables, incluyendo materias de carácter político y militar.
Los presidentes declinaron opinar si este tratado sería aplicable al caso del químico chileno Eugenio Berrios, un ex agente de la policía secreta de la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-90), asesinado en Uruguay a fines de 1992.
Sanguinetti y Frei puntualizaron que el proceso respectivo está en manos de los tribunales uruguayos y que éstos son soberanos para determinar los cursos futuros de la investigación.
Berríos, quien produjo para la luego disuelta Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) un gas letal denominado sarín, desapareció misteriosamente de Chile en 1991, eludiendo una orden de captura del juez Adolfo Bañados, quien investigaba el homicidio del ex canciller Orlando Letelier.
El científico abandonó el país supuestamente protegido por una red de ex agentes represivos de Chile, Argentina y Uruguay, de la cual formarían parte militares en servicio activo de los tres países.
Los protectores de Berríos se habrían transformado posteriormente en sus secuestradores, que le habrían dado muerte luego de que el ex agente se presentara a fines de 1992 en una comisaria policial de Uruguay, de la cual fue sacado por militares de ese país.
Sanguinetti indicó que a los gobiernos no les corresponde involucrarse en la investigación judicial y que nadie aún puede definir de modo fehaciente el tipo de homicidio de Berríos, en cuanto a su tipificación como delito político o común.
"No tengo ningún antecedente", dijo el mandatario uruguayo cuando se le preguntó sobre la supuesta red clandestina de militares que protegerían a ex agentes represivos del cono sur latinoamericano.
Frei, a su vez, señaló que el gobierno chileno seguirá prestando toda su colaboración para el esclarecimiento del caso y destacó, en ese sentido, la presidencia en la comitiva de Sanguinetti del presidente de la Suprema Corte de Justicia de Uruguay, Juan Mariño. (FIN/IPS/ggr/dg/ip-hd/96