La empresa automovilística Chrysler anunció hoy que invertirá 315 millones de dólares en la construcción de una planta en Brasil, cifra que se suma a los 65 millones que destinará a ampliar su producción en Argentina.
La unidad brasileña, en local que será escogido este año, producirá anualmente 12.000 vehículos modelos Dodge y Dakota, a partir de 1998, elevándolos posteriormente a 40.000, informó el vicepresidente de la empresa, Jonathan Holcomb, en encuentro con el ministro de Industria y Comercio, Francisco Dornelles.
La trasnacional estadounidense se sumó así a Renault, Honda, Toyota y Mercedes-Benz, otras montadoras que anunciaron este año la decisión de pasar a fabricar automóviles en Brasil para disputar el Mercado Común del Sur (Mercosur), en algunos casos también para exportar a otras regiones.
La Chrysler era la única montadora estadounidense sin una planta en Brasil, ya que General Motors y Ford se encuentran en el país hace más de cinco décadas.
Esto debe neutralizar posibles quejas de Estados Unidos contra el régimen automotor brasileño, cuestionado por Japón, Corea del Sur y la Unión Europea ante la Organización Mundial de Comercio, por favorecer importaciones de montadoras instaladas en el país con ventajas como la reducción de aranceles a sus importaciones.
Chrysler podrá inscribirse en el programa brasileño, para importar equipos y autopartes con aranceles reducidos y poder producir con índices de nacionalización inferiores a 60 por ciento, durante los tres primeros años.
Con plantas en Brasil y Argentina, la empresa sigue la misma estrategia adoptada por las trasnacionales en general, instalándose en los dos países para mayor seguridad, aprovechando las ventajas del libre comercio del Mercosur y estableciendo una complementariedad entre sus unidades.
Como no produce motores en Argentina, podrá fabricarlos en Brasil para proveer a las dos plantas. En el año 2000 habrá un régimen automotor común en el bloque sudamericano, facilitando aún más las operaciones.
Las reglas provisionales adoptadas por Brasil, aunque enfrentando presiones de los competidores, se revelaron un fuerte factor de atracción de inversiones. Otras grandes montadoras ya instaladas en el país, como Vokswagen y Fiat, también están ampliando sus plantas o instalando nuevas. (FIN/IPS/mo/ag/if/96