Brasil liberará la importación de papas argentinas, cuya entrada al país estaba prohibida desde el 9 de julio, anunció hoy el ministro de Agricultura, Arlindo Porto.
Para ello se revocará la exigencia brasileña de que el prodcto debe ser tratado con anibrotantes.
Brasil podría deber pagar indemnizaciones a los productores argentinos.
La suspensión de las importaciones se debió a que el antibrotante usado en Argentina, el IPC-1 methylathylphenyl carbamato, no es permitido en Brasil en razón de que se sospecha que es cancerígeno.
El ministro dijo que, tras consultas al Ministerio de Salud, el IPC seguirá prohibido en Brasil. La única alternativa para solucionar el problema con Argentina es cancelar la exigencia de antibrotantes en las papas.
El secretario de Defensa Agropecuaria del Ministerio de Agricultura, Enio Marques, trató de tranquilizar a los agricultores, asegurando que la inspección fitosanitaria en la frontera será más rigurosa.
El antibrotante buscaba proteger la siembra nacional, evitando que las papas argentinas fueran usadas como semillas y diseminaran así virus existentes en ese país vecino no constatados en Brasil.
La prohibición de las importaciones respondió a una acción judicial conducida por la Asociación de Productores del estado de Paraná.
También el Instituto de Defensa de Consumidores de Sao Paulo amenazó recurrir a la justicia para impedir la importación de un producto cancerígeno ya prohibido en Rusia.
Las autoridades argentinas, incluido el ministro de Agricultura Felipe Solá, se quejaron de las pérdidas provocadas por las exigencias de Brasil, y señalaron que se deberá negociar el pago de algún tipo de indemnización a los productores de ese país.
Solá estimó las pérdias sufridas por los agricultores argentinso en 30 millones de dólares. (FIN/IPS/mo/dg/if/96