Numerosos cristianos libaneses desonocieron el boicot electoral lanzado por sus dirigentes más radicales y participaron este domingo de la primera de las cinco jornadas de votación previstas para la renovación del parlamento, aunque con resultado adverso.
La región de Monte Líbano, donde 450.000 de los 655.000 votantes inscriptos son cristianos, registró una participación electoral de 39 por ciento. Sólo 13 por ciento de los ciudadanos habilitados votaron en las elecciones parlamentarias de 1992, que fueron boicoteadas por los cristianos.
El resultado superó ampliamente este domingo la previsión de sondeos electorales, que anunciaban la concurrencia a las urnas en Monte Líbano de sólo 15 por ciento de los inscriptos.
Los cristianos radicales pidieron la abstención, en protesta contra una legislación electoral que consideran "sesgada", y contra la presencia de tropas sirias en el país.
Pese al relativamente numeroso voto cristiano, el resultado de la primera jornada de elecciones favoreció a los candidatos oficialistas.
Los cinco ministros que presentaron su candidatura en Monte Líbano lograron el triunfo, y el primero en retener su banca parlamentaria fue el ministro del Interior, Michel al Murr, cuestionado por la oposición.
Partidos de oposición acusaron a Al Murr de ordenar la detención de activistas, en una deliberada campaña de intimidación. El ministro argumentó que los arrestos fueron practicados ante sospechas de compra de votos.
La presencia en las calles del ejército libanés y de sus aliados, los soldados sirios, impuso tranquilidad en las calles. No obstante, un hombre murió a consecuencia de una reyerta en la localidad sudoriental de Chueifat entre partidarios de los líderes drusos rivales Talal Arslan y Walid Jumblatt.
Los votantes de Monte Líbano elgieron a 35 de los 128 integrantes del parlamento. La adjudicación de los demás escaños se decidirá en las jornadas electorales previstas para el próximo y los siguientes tres domingos.
Los analistas descuentan que el voto segurá estrictamente las líneas culturales y religiosas que dividen a los cristianos, los musulmanes y los drusos, los grandes protagonistas de la guerra civil de 1975-1990.
La mayoría de los libaneses que alcanzaron la edad de sufragar después del estallido de la guerra civil, que representan 44 por ciento del cuerpo electoral, se manifestaron dispuestos a votar a candidatos de su propia comunidad religiosa, según las encuestas.
"Nuestra sociedad ya no es secular. Las viejas divisiones reaparecen entre los jóvenes, que no tienen inspiración político- social y sólo responden a líderes religiosos, ya sean éstos cristianos o musulmanes", explicó Samir Hatab, un profesor universitario de ciencia política.
El principal candidato de oposición, el ex diputado Albert Moukheiber, fue derrotado junto con otros siete aspirantes por Al Murr y el oficialismo.
Moukheiber, de 82 años, es un fuerte crítico del gobierno del multimillonario primer ministro Rafik al Hariri y de su alianza con Siria. Antes de la apertura de los circuitos de votación declaró a la prensa que desconocería el llamado al boicot para intentar "acabar con la corrupción y con un gobierno no democrático".
Tampoco pudo ingresar en el parlamento otro decidido opositor de Al Hariri, el ex ministro de Inormación Michel Samaha, y el diputado Ali Ammar, único candidato del partido proiraní Hezbollah en la jornada del domingo, no logró su reelección.
Moukheiber envió una nota al presidente Elias Hrawi para denunciar supuestos abusos de funcionarios electorales y partidarios del gobierno, y exigió la renuncia de Al Murr.
Las elecciones deciden la asignación de bancas a candidatos y partidos, pero el equilibrio de fuerzas en el parlamento entre musulmanes y cristianos está decidido de antemano.
En efecto, cristianos y musulmanes se dividen por mitades el parlamento, según el acuerdo alcanzado en 1989 para poner fin a la guerra civil. A los cristianos correspondían 25 de los escaños en juego en Monte Líbano, y a los musulmanes 10.
La siguiente jornada electoral se cumplirá el próximo domingo en el norte, el 1 de septiembre en Beirut, siete días después en el sur y, por último, el 15 de septiembre, en el oriental valle de la Bekaa. (FIN/IPS/tra-en/rt/mom/rj/ff/ip/96