La batalla se repite cada año, mientras ambientalistas buscan la forma de mantener la langosta fuera de las mesas de restaurantes y hoteles durante la estación en que se prohibe su pesca.
Los restaurantes de Jamaica tienen permiso para vender platos con langosta si el crustáceo se pescó antes de que la estación de pesca cerrara durante tres meses.
Los hoteles y restaurantes deben declarar sus reservas de langosta al final de la estación, y se les permite venderlas siempre y cuando no compraron nuevas reservas.
La ley mantiene perplejos a los ambientalistas desde hace tiempo.
"No sólo debería ser ilegal pescar langostas. También debería ser ilegal venderlas fuera de estación", sostuvo Jim Snead, administrador del restaurante Townhouse, en la ciudad de Montego Bay, en la costa norte.
Snead, quien ha liderado una campaña para proteger la industria de la langosta, y sus seguidores, reclaman que el gobierno elabore una nueva ley que declare ilegal la pesca y venta de la langosta fuera de la estación de pesca.
La ley propuesta también impediría que los restaurantes vendan platos basados en el fruto del mar durante este período.
La langosta es muy valiosa para el sector hotelero de la isla, y es también un producto de exportación que genera altas ganancias, poco más de 5,3 millones de dólares el año pasado.
Hasta hace pocos años, la supervisión de la pesca era esporádica, lo cual resultó en la casi extinción del crustáceo en la costa norte de Jamaica. Pero una campaña de ambientalistas por salvar la industria parece estar dando resultados.
"El asegurar el respeto de la estación en que se prohíbe la pesca condujo a la renovación de la población de langostas en el norte. Ahora las langostas son más grandes y numerosas", observó Snead.
Hoteles y restaurantes reciben inspecciones más frecuentes y severas con el fin de evitar violaciones de la norma.
Inspecciones sorpresivas de la agencia estatal de pesca en los 128 hoteles, restaurantes y plantas procesadoras de pescado encontraron 31 en violación de las normas actuales, y se confiscaron más de 350.000 kilos de langosta.
Si no hay mercado, la pesca y la venta de la langosta no tendrá lugar, señaló Azra Blythe, del departamento de pesca del Ministerio de Agricultura.
Pero actualmente, añadió Blythe, los pescadores de la costa sur aún pescan langosta fuera de estación y la venden a restaurantes del norte.
No obstante, hay señales de que poderosos hoteles están dispuestos a respaldar medidas para proteger la industria de la langosta.
"Les viene bien encontrar una buena excusa para no servir este plato costoso durante tres meses al año", dijo Blythe. Fuera de estación, la langosta puede costar hasta 40 dólares. (FIN/IPS/tra-en/sp/jc/lp/en-if/96