Casi 40 por ciento de los niños y niñas menores de 14 años de Jamaica viven en la extrema pobreza, y, forzados a sobrevivir según sus propios medios para mantenerse y ayudar a sus familias, se vuelcan cada vez más a la prostitución y la distribución de drogas.
La mayoría de estos niños vive en hogares con jefatura femenina, los cuales comprenden 46 por ciento de los hogares del país caribeño. Muchos fueron abandonados por ambos padres y viven con familiares incapaces de generar un ingreso adecuado.
Otros son forzados a las calles por sus familias, y se dedican a tareas como distribuir mercadería, empujar carros en los mercados y lavar automóviles, obteniendo entre 1,40 y dos dólares estadounidenses, una cantidad insuficiente para comprar una comida.
En general, "provienen de zonas urbanas deprimidas y comunidades rurales, tienen entre 12 y 16 años, y deben ganarse la vida pues sus núcleos familiares son disfuncionales, y a menudo son rechazados por padre y madre", dijo Patrick Rectory, director de un centro de capacitación para jóvenes.
Según un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) de 1994, unos 23.294 niños de Jamaica, en general entre seis y 16 años, encuentran alguna clase de trabajo en las calles para obtener ínfimas sumas de dinero.
El modo de vida de estos niños los hace víctimas fáciles de abusos y violaciones. El sacerdote católico romano Richard Albert, quien ahora busca fondos para instalar un centro de capacitación para niños, dijo que un alto número de los menores "son explotados como gigolós por adultos".
La Unidad de Violaciones de la Policía informó que en 1994 se registraron 658 casos de abuso sexual, y 761 en 1995.
Un estudio sobre niños trabajadores en Jamaica realizado por Claudette Crawford-Brown, del Departamento de Sociología de la Universidad de las Indias Occidentales, reveló que la prostitución y la distribución de drogas son actividades fundamentales en la generación de ingresos de los menores "trabajadores".
Según la Clínica de Orientación a Menores, situada en el balneario de Montego Bay, en los últimos años aumentó sensiblemte el número de niños menores de siete años enfermos con enfermedades de transmisión sexual (ETS), en especial gonorrea.
Autoridades de servicios de salud del distrito de Saint James, al menos 12 niñas y niños son tratados cada día por ETS, y atribuyen la cifra al crecimiento de la prostitución infantil en el cinturón turístico.
"Algunas mujeres envían a sus hijas a prostituirse para poder mantenerse. En algunos casos, las niñas sólo imitan a otras mujeres a su alrededor", dijo un empleado en un servicio de salud de la zona.
Las autoridades señalan que la prostitución infantil en el área turística siempre existió, y que algunas de las niñas sólo buscan algo de dinero para su próxima comida.
"Lo que piden es dinero para comprar sopa, unos 60 centavos de dólar, lo cual revela que realmente están carenciadas", añadió el trabajador de la salud. (FIN/IPS/tra-en/ml7cb7lp/pr/96