JAMAICA: Contaminación de bahía de Kingston propaga enfermedades

Uno de los primeros deseos de Oneil Brown al regresar a Jamaica tras vivir 20 años en Gran Bretaña fue visitar la vieja ciudad pirata de Port Royal, a unos 16 kilómetros de esta capital.

Port Royal, en un tiempo santuario de bucaneros, es ahora una tranquila villa de pescadores más conocida por su pescado frito y "bammy", un pan local hecho con harina de mandioca. Pero Brown optó por las ostras.

Al día siguiente se sintió enfermo, y el diagnóstico médico señaló a las ostras como fuente del mal. El molusco, pescado en la bahía de Kingston, estaba contaminado con altos niveles de materias fecales presentes en las aguas, y el consumo humano resultó tóxico.

"Cuando las ostras encuentran materias fecales, las incorporan con poca o ninguna dificultad", explicó el doctor David Smith, director ejecutivo del Fondo de Conservación para el Desarrollo de Jamaica (JCDT según sus siglas en inglés), un grupo de defensa del medio ambiente con financiación privada.

Las grandes cantidades de aguas cloacales que ingresan a la bahía, hacen que "comer ostras encontradas en la laguna sea riesgoso", dijo Smith.

Años de continua eliminación de desechos industriales y humanos han hecho de la bahía de Kingston una de las zonas más contaminadas del mar Caribe.

Pero no siempre fue así. Brown recuerda tiempos en que iba a nadar a la bahía de Kingston a un lugar conocido como Gunboat Beach.

Ahora esa playa está clausurada por decisión de la División de Control del Playas de la Autoridad para la Conservación de Recursos Naturales (NRCA), organismo gubernamental que supervisa temas ambientales.

Expertos médicos advierten que quienes tomen baños en la bahía de Kingston se exponen a contraer gastroenteriris, infecciones de oído y otras enfermedades relacionadas.

Ya a mediados de la década de 1970 el ambientalista local Barry Wade advirtió que la bahía de Kingston corría peligro de muerte.

El especialista alertó entonces que la bahía era eutrópica, esto es, contaba con altos niveles de nutrientes y bajos niveles de oxígeno, lo cual estaba matando la vida vegetal y especies de peces.

La bahía está contaminada con desechos de las cloacas cercanas y basura que arrojan los barcos. Pero sin duda la gran amenaza proviene del flujo regular de aguas sin tratar de las redes de saneamiento.

Aunque la NRCA inició acciones contra varias empresas por eliminar desechos en la bahía, no tomó medidas contra el mayor ofensor, la autoridad local que gestiona el agua.

"Aproximadamente unos 10 millones de galones de aguas sin tratar se vuelcan a la bahía cada día desde la planta de tratamiento de Greenwich Town", admitió Trevor Hewitt, asistente del superintendente en el departamento de saneamiento de la Comisión Nacional de Agua (NWC).

Según Hewitt, la planta de Greenwich no está trabajando y necesita reparaciones que costarían cerca de medio millón de dólares.

Las instalaciones de Greenwich Town, una pequeña y deprimida comunidad en las costas de la bahía, es una de las dos plantas de tratamiento primario de Kingston, que tiene una población de más de un millón de habitantes.

También hay otros problemas. Casi todas las 10 plantas de tratamiento restantes en la capital y los suburbios no funcionan desde hace 15 años.

Otra dificultad que enfrentan las autoridades es la basura que los residentes arrojan a las cloacas, en particular en las áreas urbanas. Esto debe terminar si se pretende resolver el problema, subrayó Hewitt.

Las autoridades intentan remediar la situación, pero se requerirán grandes sumas y la cooperación de todos los organismos involucrados.

Mientras, millones de litros de agua sin tratar continúan llegando a la bahía, y todo indica que el problema no será encarado en el futuro cercano. (FIN/IPS/tra-en/sp/jc/lp/en-he/96)

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