IRAN/LIBIA: Australia se suma a críticas contra sanciones de EEUU

Australia sumó su voz al coro de críticas contra Estados Unidos por sus sanciones comerciales a "terceras partes" en Irán y Libia, pero las empresas australianas parecen preparadas para acatar la nueva política de Washington.

Aliados tradicionales de Estados Unidos en Europa y Japón han protestado contra la nueva legislación que pretende penalizar a países que comercien con Irán o Libia, y Tokio aún contempla llevar el tema a la Organización Mundial de Comercio (OMC).

La entrada en vigor la semana pasada de leyes que especifican sanciones contra terceros países que comercien con Irán o Libia es parte de los intentos de Washington por aislar a los dos acusados de "auspiciar el terrorismo".

Pero mientras Canberra duda de que la medida sea la forma correcta de lograr el objetivo explícito de Estados Unidos, ni el gobierno ni los principales inversores australianos en Irán parecen dispuestos a arriesgar las relaciones diplomáticas o empresariales con Estados Unidos desafiando activamente la legislación.

En un discurso ante la Cámara Americana de Comercio, el ministro de Comercio y viceprimer ministro australiano, Tim Fisher, relacionó la ley extraterritorial a "una maza dirigida en la dirección incorrecta".

En una entrevista radial, el ministro preguntó a la administración norteamericana si está seriamente acusando a empresas australianas, sudamericanas y europeas de participación directa en el terrorismo mediante sus inversiones en Irán o Libia, y afirmó que no lo hacen.

La nueva ley penaliza a empresas no estadounidenses que inviertan más de 40 millones de dólares en la industria del petróleo y el gas de Irán o Libia, negándoles créditos del Banco de Importaciones y Exportaciones de Estados Unidos, y prohibiéndoles el abastecimiento de bienes y servicios al gobierno federal.

Las compañías australianas que negocian en Irán se han negado en general a hacer comentarios sobre la ley.

No obstante, la multinacional petrolera BHP dijo en un fax entregado a IPS que "la compañía respalda la posición tomada por los gobiernos australianos, europeos y otros aliados de Estados Unidos en la oposición al uso de legislación con aplicaciones extraterritoriales".

La BHP planificaba desde comienzos de este año incrementar sus operaciones en el sector petrolero y minero de Irán, con una licitación de 1.000 millones de dólares para un oleoducto entre Irán y Pakistán.

Los planes quedaron suspendidos cuando el senador republicano Alfonse D'Amato, impulsor de las sanciones, escribió a la BHP en febrero advirtiendo sobre los efectos de la propuesta de ley una vez que entrara en vigencia.

La carta de D'Amato a la BHP fue enviada tras informaciones en una publicación judía en Estados Unidos, según las cuales el entonces presidente del Senado, Michael Beahan, se había reunido en Teherán con ministros iraníes para promover la licitación de la BHP por la construcción del oleoducto.

Pero la BHP, con fuertes inversiones en Estados Unidos, está claramente interesada en seguir a pie juntillas las decisiones de Washington en relación a la "tercera parte" en la política de sanciones.

Tras la compra en 1983 de la Utah Mining a la empresa estadounidense General Electric, el mayor crecimiento de la BHP se dio en Estados Unidos. Las acciones de la empresa también se comercian en el mercado de valores estadounidense.

Irán es el mayor socio comercial de Australia en Medio Oriente, y el intercambio entre ambos supera 415 millones de dólares al año.

"Australia continuará planteando su protesta en base al principio de que Washington está creando otra barrera no comercial mediante la restricción de las exportaciones a Estados Unidos si no le place lo que un país extranjero hace en un tercer país", dijo Fisher. (FIN/IPS/ks/cpg/lp/i-if/96

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