La clave para que Colombia y Venezuela aumenten sus exportaciones a México está en más inversiones entre todos los socios del Grupo de los Tres (G-3), afirmó en esta capital el ministro mexicano de Comercio, Herminio Blanco.
"Más inversiones es la forma de generar flujos comerciales estables y en crecimiento entre nuestros países", dijo Blanco poco antes de iniciar este martes en Caracas una reunión con sus colegas Morris Harf, de Colombia, y Freddy Rojas, de Venezuela.
La reunión pasa revista al acuerdo de liberación comercial que el G-3 inició en 1995 y que contempla recortes arancelarios, automáticos y anuales, de 10 por ciento, hasta llegar a un nivel de cero arancel en el año 2005.
Llamado el "TLC del sur", por su semejanza con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el G-3 previó acuerdos para unificar el trato a las inversiones y al comercio de servicios junto con el de bienes.
La marcha en esos terrenos es examinada por los ministros tras constatar que en el Grupo se mantiene en alza el comercio entre Bogotá y Caracas, y las exportaciones de México hacia Colombia y Venezuela, pero han declinado este año las importaciones mexicanas de productos colombianos y venezolanos.
El comercio global del G-3 fue de 2.125 millones de dólares en 1993, de 2.646 millones en 1994 y de 3.274 millones en 1995, con saldo constantemente favorable a México y Venezuela en su intercambio con Colombia, y alterno entre México y Venezuela.
En los primeros cuatro meses de 1996, el auge de las exportaciones mexicanas se mantuvo, pues fueron de 146 millones hacia Colombia (más 14 por ciento) y de 139 millones hacia Venezuela (más 76 por ciento).
Ese cuatrimestre, en cambio, México importó de Colombia sólo 23 millones de dólares (contra 30 millones en 1995) y 56 millones de dólares desde Venezuela, contra 98 millones en el mismo lapso de 1995.
"La disminución debe inscribirse dentro de la crisis general que afecta a Venezuela", dijo a IPS el ministro Rojas. La economía no petrolera desciende desde 1993 y las exportaciones no tradicionales cayeron 14,6 por ciento el pimer semestre de 1996.
También en Colombia, el crecimiento de la economía en 1996, estimado de cuatro por ciento, resulta menor que el de años precedentes y la aspiración oficial de pasar de seis por ciento.
Blanco apuntó que la baja de las importaciones desde los socios sudamericanos "en buena medida responde a la caída del mercado interno mexicano".
"Por ello necesitamos ver el G-3 como un acuerdo de largo plazo, y vivificar las inversiones, que suponen aumento del comercio y del empleo, que agrega demanda", dijo Blanco, insistiendo en que el acuerdo es un valioso instrumento.
Puso como ejemplo que las inversiones de empresas mexicanas en Venezuela ya se acercan a 1.000 millones de dólares y 55 empresas venezolanas se han instalado para operaciones en México.
La reunión de los ministros de Comercio del G-3 siguió a una cita de sus vicecancilleres, también en Caracas, hace cuatro días, la cual subrayó que los tres miembros constituyen "mucho más que un grupo de integración económica y comercial".
El G-3 busca identificar áreas de cooperación entre sus socios y hacia América Central y el Caribe, su área de influencia natural, y se esfuerza por concertar posiciones políticas ante foros internacionales y problemas que les son comunes. (FIN/IPS/hm/ag/if/96