Activistas defensores de la infancia presionan a gobiernos y autoridades policiales para que olviden la retórica y tomen medidas para poner fin al uso y abuso sexual de niñas y niños.
"Gobiernos y agencias deben tratar el problema de la esclavitud sexual de los niños con la misma urgencia y prioridad que dedican al tráfico de drogas o la venta ilegal de armas", dijo este martes Bernard Boeton, de la organización no gubernamental Terre des Hommes (Tierra de los Hombres), con sede en Suiza.
Mientras el mundo se horrorizó ante los hechos en Bélgica – donde niños eran secuestrados y abusados sexualmente y dos murieron de hambre-, hubo una falta general de voluntad política para encarar las "masacres" de niños en todo el mundo, que además han recibido escasa atención de la prensa, señaló Boeton.
Representantes de Estados, agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y otras participan desde este martes y hasta el sábado en Estocolmo, Suecia, en el Primer Congreso Mundial contra la Explotación Sexual Comercial de los Niños.
Durante la conferencia, los delegados deberán adoptar una declaración que forje un acuerdo mundial y una agenda para la acción contra la prostitución y la pornografía infantil y el tráfico de niñas y niños.
"Para muchos de nosotros aquí, la declaración es un compromiso moral pero no legalmente vinculante. Pero el problema se está planteando oficialmente ante unos 130 países. Si tenemos un congreso mundial, eso sólo puede significar que el fenómeno alcanzó proporciones inquietantes", dijo Boeton.
La idea de una conferencia internacional surgió cuando se hizo evidente que el tema del abuso sexual infantil podría no ser resuelto por un solo país trabajando aisladamente, dijo Ron O'Grady, coordinador internacional de Acabar con la Prostitución Infantil en el Turismo Asiático (ECPAT).
Bjorn Eriksson, secretario general de Interpol, dijo que la campaña contra la explotación sexual de niñas y niños debe involucrar a tantos países y organizaciones oficiales y privadas como sea posible, debido a la naturaleza internacional de estas prácticas delictivas.
Según estimaciones de ECPAT, más de un millón de niños en Asia brindan servicios sexuales a adultos.
Un instrumento de batalla es legal. Pocos países han adoptado legislación protectora de la infancia, y el problema es que varios países aún carecen de legislación apropiada, señaló Eriksson, de Interpol.
Unos 12 gobiernos en Occidente tienen leyes extraterritoriales que les permiten llevar a la corte a los ciudadanos de sus países detenidos abusando de niños en otros países.
Pero debido a complicaciones jurídicas, la falta de uniformidad de las legislaciones o el bajo cumplimiento de las leyes existentes, pocos adultos que abusan de niños y otros que se benefician de ello han sido procesados.
Las redes internacionales dividen sus responsabilidades para asegurarse que son legalmente intocables o impedir las investigaciones. "Imagine fotos pornográficas que involucran a niños tomadas en Filipinas para revistas que se imprimen en un segundo país y se distribuyen en un tercero", ejemplificó Boeton.
Boeton dijo estar convencido de que abogados y jueces podrían acordar que el abuso sexual de niños y niñas se acepte como crimen contra la humanidad.
Aunque su grupo, Terre des Hommes, tiene sede en Suiza, ha logrado que grupos asociados en Francia iniciaran acciones legales contra una revista publicada en Francia y distribuida en el mundo de habla francesa, la cual promovía el comercio sexual de niños y se vendía junto a revistas de noticias.
En 1990, jefes de Estado en la Cumbre Mundial de la Infancia se comprometieron a entregar a cada niño un futuro digno, a trabajar para evitar el abuso y la explotación sexual y a mejorar las condiciones de vida de millones de niños. (FIN/IPS/tra-en/ao/lp/pr-ip/96