Un nuevo escándalo salpicó hoy a las Fuerzas Armadas de Honduras, cuando un alto dirigente oficialista denunció la venta de servicios a particulares por parte de la Fuerza Naval en el golfo de Fonseca, en el océano Pacífico.
Lempira Rodas, precandidato a la vicepresidencia por una de las nueve corrientes del gobernante Partido Liberal, dijo que el sábado tres desconocidos asaltaron su residencia en Tegucigalpa y robaron documentos que señalaban las irregularidades cometidas por la Fuerza Naval.
"No se llevaron nada de valor, sólo los documentos, especialmente unos fax enviados al general Mario Hung Pacheco, jefe de las Fuerzas Armadas, donde le informé sobre irregularidades del escuadrón naval en el golfo de Fonseca", dijo Rodas.
El precandidato presidencial indicó que la Fuerza Naval exige exagerados pagos por el servicio de una lancha de desembarco que se utiliza para movilizarar automóviles y tractores entre las islas del estero del golfo y en puntos de la costa donde operan más de 10 empresas dedicadas al cultivo de camarón.
El teniente Jorge Flores, oficial del escuadrón naval del sur, rechazó los cuestionamientos de Rodas y dijo que hay un acuerdo entre la Fuerza Naval y las empresas camaroneras de la zona para utilizar estos servicios.
"Esta embarcación es la única que existe en el golfo de Fonseca y por ello presta servicios a empresas particulares. Los fondos provenientes de esta actividad se invierten en el mantenimiento del equipo y de las instalaciones de la Fuerza Naval", afirmó el oficial.
Flores denunció que Rodas pretende utilizar su influencia para que se le traspase el equipo de la Fuerza Naval y luego subarrendarla a las otras empresas camaroneras.
El oficial no pudo explicar el fundamento legal para prestar estos servicios, pero dijo que tanto el comandante de la Fuerza Naval como el jefe de las Fuerzas Armadas conocen esta situación.
Según las leyes hondureñas, todas las instituciones oficiales pueden prestar servicios a particulares, pero los fondos generados deben ingresar a la tesorería de la institución prestataria o a la Tesorería General de la República.
Rodas dijo que en el asalto a su residencia también se sustrajeron documentos donde se acusa al subprocurador general, Max Gil Santos, de presionar desde su cargo para despojar a una empresa camaronera de una concesión para explotar este rubro.
Santos rechazó inmediatamente los señalamientos y dijo que esta semana procederá en los tribunales contra el precandidato liberal.
"Rodas es un hombre incoherente y él si utiliza sus influencias políticas para favorecer sus negocios que siempre han sido oscuros», comentó Santos.
La Fuerza Naval era la única rama militar que hasta ahora no había sido acusada de cometer irregularidades.
Esta denuncia se sumó a una serie de señalamientos contra las Fuerzas Armadas por violaciones de los derechos humanos en la década pasada.
Las Fuerzas Armadas tuvieron extraordinario protagonismo político en Honduras, pero ahora se han visto acosadas al punto que se cuestiona su existencia y la población se inclina por la creación de una policía civil respetuosa de los derechos humanos. (FIN/IPS/tm/ag/ip/96