El presidente de Guyana, Cheddi Jaggan, se ve a sí mismo como un misionero, un hombre con la misión de crear un nuevo Orden Humano Mundial, en el que sean menores las desigualdades entre los ricos y los pobres.
Según Jagan, el mundo tal como está estructurado es injusto, y una de las formas de corregir su injusticia sería que las naciones industrializadas pusieran miles de millones de dólares a disposición de los países pobres.
El Presidente afirma que esto no es difícil, pues ha hecho los cálculos. Con sólo un recorte de tres por ciento en la venta de armas y un impuesto de un dólar por barril de petróleo, estaría resuelta la primera cantidad necesaria para abatir la pobreza.
Se podrían recaudar 66.000 millones de dólares por esa vía. A ello habría que agregar 0,5 por ciento de impuesto a los mercados de capital, que produciría otra cantidad importante.
Tomar esos fondos y redistribuirlos sería suficiente para hacer de este mundo un mundo mejor, donde se reduciría la brecha entre los ricos y los pobres en forma considerable, en opinión de Jagan.
Jagan toma como ejemplo el modelo creado por el gobierno del presidente de Estados Unidos Franklyn Roosevelt para atacar la gran depresión de los años 30, y el Plan Marshall para reconstruir Europa después de la Segunda Guerra Mundial.
El programa incluiría la realización masiva de obras para crear una infraestructura física, social y cultural.
Su campaña, sin embargo, no está recibiendo el apoyo popular que Jagan había previsto. De hecho, algunos observadores afirman que ha caído en el vacío y que en algunos círculos es puesta en ridículo.
Tal reacción fue evidente en la última cumbre de la Comunidad del Caribe (Caricom), realizada el mes pasado en Barbados, donde el desaire de sus colegas ante su exposición pudo traducirse como si dijeran "otra vez no…".
Jagan, no obstante, no se desanima. "Luché 28 años en la oposición para conseguir elecciones libres y limpias. Sé como luchar. Esto no es nuevo para mí".
Con 74 años de edad, Jagan fue elegido presidente de Guyana el 9 de octubre de 1992, cuando su Partido Progresista Popular ganó abrumadoramente unas elecciones que fueron consideradas por todos como las primeras limpias y libres después de casi 30 años.
Anteriormente, Jagan había sido primer ministro entre 1953 y 1964. (FIN/IPS/tra-en/bw/cb/arl/ip/96