Bolivia rendirá un importante examen diplomático la semana próxima, cuando el 3 y 4 de septiembre reciba a 13 presidentes de América Latina en la Décima Cumbre del Grupo de Río, la primera de esa importancia que organiza este país andino.
La cita, ensayo general de la cumbre hemisférica que Bolivia acogerá en diciembre, se celebrará en la ciudad de Cochabamba, 370 kilómetros al este de La Paz y próxima al Chapare, región productora de coca y cocaína que incorpora al país al triángulo sudamericano de producción de droga, junto a Colombia y Perú.
Con medio millón de habitantes, Cochabamba se ha convertido en estos días en una ciudad controlada por policías y militares, en un operativo que contó con el asesoramiento de Francia, Canadá y Japón.
"En materia de seguridad no hay que dar cifras, hay que dar seguridad", afirmó el ministro de Gobierno (Interior), Carlos Sánchez Berzaín, cuando fue consultado sobre el número de efectivos que estarán en Cochabamba durante la Cumbre.
El presidente de Bolivia, Gonzalo Sánchez de Lozada, quien supervisó personalmente todos los detalles organizativos de la reunión que celebrará con sus pares latinoamericanos, pidió a la población un esfuerzo especial para que los visitantes se lleven una buena impresión del país.
"Sería inaceptable e intolerable, una vergüenza y una tragedia si la cumbre está empañada con problemas y disturbios de índole social", dijo el presidente, ante amenazas de movilizaciones de protesta de trabajadores urbanos y campesinos.
Al gobierno le preocupa, en ese sentido, la marcha de 900 kilómetros que este martes iniciaron más de un millar indígenas, campesinos y colonos en Santa Cruz, para reclamar al gobierno una ley agraria que contemple sus intereses.
Si no es interrumpida, la marcha demoraría unos 45 días en llegar hasta La Paz, pero el gobierno confía en dar solución a esa movilización antes del fin de semana, por la vía del diálogo o, en último instancia, por la fuerza, informaron a IPS fuentes de la Presidencia.
Entre tanto, la cancillería boliviana, que trasladó a la casi totalidad de sus funcionarios a Cochabamba, realizó esta semana ensayos de los principales actos previstos para la Cumbre del Grupo de Río, creado en 1986, mientras policías y militares hacían lo propio con el plan de seguridad.
De los 3.000 visitantes que se prevé llegarán a Cochabamba, unos 500 son periodistas internacionales, informaron funcionarios de la Secretaría Pro Témpore del Grupo de Río, que este año corresponde Bolivia.
La Secretaría ha habilitado, junto al área de hoteles donde se reunirán los presidentes, un centro internacional de prensa que contará con todos los servicios de telecomunicaciones necesarios.
El inesperado número de periodistas acreditados y las nutridas delegaciones oficiales han rebasado la capacidad hotelera de Cochabamba, por lo que los organizadores de la Cumbre recurrieron incluso a domicilios particulares para ubicar a los visitantes.
Bolivia también será sede este año de la Cumbre Hemisférica de Desarrollo Sostenible, que se efectuará el 7 y 8 de diciembre próximo en Santa Cruz, a la que se prevé asistirán más de 30 jefes de Estado del continente.
La segunda cumbre hemisférica tendrá, a diferencia de la celebrada en 1994 en Miami, un tema específico -el desarrollo sostenible-, en una iniciativa del propio gobierno de Bolivia, apoyada por los demás países latinoamericanos. (FIN/IPS/jcr/ag/ip/96