La junta ejecutiva del Banco Mundial asignó hoy 600 millones de dólares de sus ingresos netos en el ejercicio fiscal 1996 para cubrir el recorte sufrido por la contribución de Estados Unidos a la Asociación para el Desarrollo Internacional (IDA), su filial para préstamos blandos.
La decisión se produjo una semana después haber resuelto el Senado de Estados Unidos que su aporte a la IDA para el año fiscal 1997 se limitará a 700 millones de dólares. De esa forma redujo en 235 millones de dólares la petición del presidente Bill Clinton.
Cada año, la IDA concede préstamos sin interés a los países más pobres del mundo, por valor 6.000 millones de dólares.
La resolución del Senado, que aún debe ser ratificada por Washington en la asamblea anual de gobernadores del Banco Mundial que se reunirá en esta capital en octubre, se produjo en medio de crecientes preocupaciones por el futuro de la IDA.
Las preocupaciones se derivan de la incapacidad de Washington para cumplir con sus compromisos hacia una institución que es la mayor fuente de préstamos concesionales (blandos) en el mundo.
La junta ejecutiva del Banco también asignó 500 millones de dólares a un fondo de garantía propuesto por los propios servicios de la institución, que se aplicará a operaciones de reducción de la deuda de por lo menos 20 de los países más pobres del mundo con las agencias internacionales de crédito.
Entre esas instituciones acreedoras se encuentran el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el propio Banco Mundial. La junta ejecutiva considera además una propuesta de añadir 200 millones de dólares cada año a ese fondo de garantía, a partir del año fiscal 1997.
Ese fondo es parte de un plan conjunto FMI-Banco Mundial, revelado a principios de este año para reducir la deuda multilateral y bilateral de aquellos países cuya deuda supone una carga insostenible.
La puesta en práctica del plan, sin embargo, aún enfrenta numerosos obstáculos, entre los que se incluye la oposición de Alemania a usar una parte de las reservas de oro del FMI para financiar la participación del Fondo en el programa.
También se le opone la negativa, por parte de algunos de los gobiernos acreedores reunidos en el Club de París, a aplicar por sí mismos las soluciones previstas en el plan para aliviar la deuda bilateral de los países más pobres.
Un funcionario del Banco Mundial dijo este viernes que la contribución del Banco al fondo de garantía quedará "pendiente de la ejecución del conjunto de las medidas previstas en el plan de alivio de la deuda, con el FMI y el Club de París". (FIN/IPS/tra-en/jl-aa/yjc/arl/if/96