El secuestro y asesinato de dos niñas y la aparición con vida de otras dos, hechos de los que se informó en Bélgica el sábado 17, dejaron en evidencia ante los europeos los graves problemas que tratará el Congreso Mundial sobre Comercio Sexual y Explotación Infantil la semana próxima.
"Si necesitáramos evidencias sobre la necesidad de discutir estos problemas, el sacrificio de estas niñas secuestradas, vendidas y asesinadas en Bélgica es una", dijo Jacques Lemarechal, director general de la oficina francesa del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
El primer congreso mundial de este tipo se realizará en Estocolmo, Suecia, entre los días 27 y 31. Se prevé que en la ocasión se desarrollarán estrategias para combatir esta creciente amenaza que se cierne sobre los niños del planeta.
La reunión ha sido convocada por el gobierno de Suecia, al que se unió Unicef, la organización Acabar con la Prostitución Infantil en el Turismo Asiático (ECPAT) y el Grupo de Organizaciones no Gubernamentales para la Convención sobre los Derechos de los Niños.
El congreso nucleará a representantes de gobiernos, policías nacionales y poderes judiciales, agencias de Naciones Unidas, organizaciones no gubernamentales, académicos, médicos, operadores turísticos y periodistas.
Según Unicef, más de un millón de niños son obligados a ingresar al multimillonario mercado del sexo cada año, que incluye actividades como prostitución y pornografía infantiles y tráfico internacional o doméstico de niños con fines sexuales.
El congreso se vio precedidas en los medios periodísticos europeos por las noticias referidas a la liberación de Laetitia y Sabina, dos niñas belgas de 14 y 12 años, secuestradas a inicios de mes y supuestamente violadas por el pedófilo reincidente Mark Detroux.
La policía llegó demasiado tarde para salvar a Julie Lejeune y Melissa Russo, ambas de ocho años, también secuestradas por Detroux en junio de 1995. Según el acusado, las niñas murieron de hambre mientras él permanecía en cárcel bajo cargos de robo.
Las autoridades están en carrera contra el tiempo para dar con Ann Marchal y Efje Lambrechts, de 18 y 19 años, quienes desaparecieron en agosto de 1995. Se sospecha que fueron secuestradas por Detroux y vendidas a prostíbulos de la República Checa.
Los hechos ocurridos en Bélgica obligarán a los europeos a prestar atención al congreso en Estocolmo, pues percibirán que la explotación infantil también ocurre en este continente, según Lemarechal.
"Ante un problema inquietante como éste, demasiada gente mira hacia otro lado pues cree que estas cosas solo ocurren en Asia. Bueno, en los últimos días tuvieron oportunidad de enterarse de que el tráfico de niños también existe aquí, entre nosotros, en Occidente. No podremos seguir escapando", agregó.
En todo el mundo, niños de cinco años son tratados como mercancías, secuestrados, vendidos, contrabandeados y traficados. Muchos son engañados, pues se les promete un empleo legal y, en cambio, son obligados a prostituirse.
El sida contribuyó a aumentar la demanda de niños, quienes son los más vulnerables al síndrome a causa de la debilidad del sistema inmunológico a edades tempranas.
Además, los avances tecnológicos estimulan la proliferación de pornografía infantil y el secuestro de niños en un país y su venta en otro es un fenómeno creciente.
La brecha entre ricos y pobres, la migración a gran escala, la urbanización, la desintegración de los núcleos familiares y la discriminación contra niñas y mujeres son mencionados por Unicef como las causas del auge de la explotación sexual que sufren los niños, que tiene distintas manifestaciones en todo el mundo.
En Asia, los explotadores son hombres, tanto originarios del país de que se trate como turistas que viajan con el fin excluyente de comprar sexo. En América del Sur, los niños de la calle son una mercancía en propiedad de un adulto que les ofrece "protección".
En Africa, a los niños contratados como sirvientes domésticos se les exige generalmente que accedan a los reclamos sexuales de los dueños de casa. Los niños que residen en campos de refugiados también son víctimas frecuentes.
El reclutamiento de niños en grupos armados no solo responde a necesidades bélicas de las milicias, sino a los deseos sexuales de los soldados más viejos.
"Muchos gobiernos de Africa se resisten a admitir que el problema existe", según Unicef.
Lo mismo ocurre en Medio Oriente, donde los matrimonios precoces legitiman las relaciones sexuales de adultos hombres con niñas.
Por su parte, los niños procedentes de países de Europa oriental son transportados a la más rica región occidental, donde el mercado es alimentado por redes organizadas de pedófilos.
El Congreso en Estocolmo considerará medidas educativas, legislativas, penales y referidas a la protección social de los niños y a la readaptación psicológica y social de las víctimas.
"Un congreso como éste hubiera sido impensable hace 10 años", manifestó Lemarechal. (FIN/IPS/tra-en/ao/rj/mj/ip pr/96