ESTADOS UNIDOS: La segunda guerra de las galaxias

La relación de la humanidad con el espacio exterior ha vacilado entre la guerra y la paz desde que en la década del 50, Estados Unidos y la Unión Soviética comenzaron a competir más allá de la atmósfera terrestre.

Astronautas estadounidenses y soviéticos estrecharon las manos en el espacio exterior en los años 70, sugiriendo que en el ámbito de las estrellas se podía trascender las disputas de la Tierra.

Como agentes de paz, los satélites militares verifican el cumplimiento de tratados antinucleares y han revelado campamentos terroristas y factorías secretas de armas químicas. Así mismo, proporcionan información a los navegantes.

Pero también señalan objetivos a las cabezas nucleares y al moderno arsenal de armas "inteligentes", y en el futuro, rayos láser antimisiles podrían surcar los cielos, listos para abatir proyectiles enemigos.

En cualquier caso, la guerra fría ha terminado, y los pacifistas arrecian su protesta contra la creciente presencia militar en el cosmos.

"Hemos proyectado al espacio nuestro rostro más belicoso", señaló Bill Sulzman, un ex religioso que en los años 80 participó de la fundación de Ciudadanos por la Paz en el Espacio, un grupo opuesto a la Iniciativa de Defensa Estratégica o "guerra de las galaxias", promovida por el entonces presidente Ronald Reagan.

Otras organizaciones pacifistas y ecologistas se manifiestan ante instalaciones militares del espacio. Grupos de Florida, temiendo una catastrófe, protestan contra el plan de la Administración Nacional de la Aeronática y el Espacio (NASA) de lanzar un satélite impulsado por energía nuclear.

Así mismo, hawaianos nativos de la isla de Kauai se unieron a ambientalistas en campaña contra una prueba secreta de la "guerra de las galaxias" sobre el océano Pacífico.

Esos grupos formaron recientemente una red internacional, que reúne activistas desde México a Alemania. Aunque su voz tiene aún escasa resonancia en el mapa geopolítico, los miembros de la red aseguran ser expresión de una creciente alarma ante la innecesaria carrera espacial unilateral de Estados Unidos.

Portavoces militares responden que los pacifistas se equivocan de blanco. Funcionarios del Comando del Espacio de Estados Unidos en el occidental estado de Colorado argumentan que los satélites militares aún sirven primordialmente como factores de disuasión.

"Las fuerzas espaciales de Estados Unidos están presentes globalmente y a menudo son las primeras en advertir conflictos inminentes. Eso permite el empleo de medios diplomáticos y disuasivos para resolver problemas y evitar la guerra", se afirmó en un folleto del Comando del Espacio.

Según funcionarios de relaciones públicas del mismo Comando, los satélites militares son empleados principalmente con fines pacíficos y civiles: vigilar el clima, guiar el tráfico comercial aéreo y proporcionar mapas de suelos a los agricultores.

Pero los pacifistas replican que no ha sido dicha toda la verdad. Sulzman destacó que, crecientemente, los satélites militares son empleados para tareas de inteligencia, y comunican de modo intantáneo datos a pilotos de guerra, comandantes de tropas y aún a soldados en el frente de batalla.

Así mismo, los estrategas militares admiten que, en la medida en que tienen un papel más activo en operaciones en el campo de batalla, los satélites se convierten ellos mismos en armas.

Según Sulzman, Estados Unidos aplica su doctrina de "control del espacio" que, según los estrategas militares, asegurará la paz en la Tierra.

El activista entiende que Estados Unidos viola el tratado de 1967 que excluye armas del cosmos y establece que la "exploración y el uso del espacio exterior deben ser orientadas en beneficio e interés de todos los países" de la Tierra.

"Puedo comprender el deseo de mantener libre el espacio de actividad militar, pero eso ya está allí", declaró el general Charles Horner, comandante de la fuerza aérea aliada en la guerra del Golfo, de 1991, y puesto luego al mando del Comando del Espacio de Estados Unidos.

"Después de todo, los militares fueron los primeros en viajar al espacio. Yo creo que podemos mantener fuera ciertas armas, como las nucleares. Pero no es realista pretender que las actividades militares no lleguen al espacio", dijo Horner.

"El espacio no es sacrosanto, y es demasiado tarde" para convertirlo en santuario, agregó. Según Horne, la guerra del Golfo fue "la primera guerra del espacio".

"En la guerra del Golfo bombardeamos centros de recepción de comunicaciones por satélite, y utilizamos la persuasión diplomática para asegurar que los rusos no suministraran imágenes (de satélite) a Iraq", informó el general.

Horner es uno de tantos "halcones" del espacio que presionan al Congreso de Estados Unidos en busca de medios de financiación de pruebas de armas antisatélites.

"A medida que el espacio exterior gana más y más importancia para las operaciones militares", la capacidad de destrucción de los staélites enemigos "se vuelve más y más importante", destacó.

Horner provocó una fuerte reacción adversa al sugerir que Estados Unidos debe estar preparado para atacar satélites de países aliados y de medios de comunicación privados si esos artefactos fueran utilizados para enviar al enemigo imágenes o información reservada.

Junto con otros militares y políticos, Horner promueve la doctrina de "libertad del espacio", una adaptación del centenario concepto de "libertad de navegación".

Pero hay también otras opiniones. "No estamos por entrar en guerra con nadie que utilice satélites", puntualizó John Pike, director del Proyecto de Política Espacial de la Federación de Científicos Americanos, un grupo radicado en Washington y especializado en asuntos de tecnología militar.

En cualquier caso, ha comenzado la era de sistemas de combate altamente automatizados, con base en el espacio. Un informe de la fuerza aérea de Estados Unidos anunció para el futuro aviones robot ultraveloces y guiados por satélite.

Las nuevas tecnologías también permitirán la presencia de armas en el espacio para destruir objetivos en la Tierra o en su órbita, según el informe militar. (FIN/IPS/mh/yjc/ff/ip/96

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