ENERGIA: La respuesta está en el viento, según investigadores

Los países en desarrollo comienzan a recurrir a la fuerza del viento como abundante fuente de energía limpia, afirmó hoy a IPS un grupo de investigación ambiental con sede en esta capital.

"El desarrollo de la energía eólica está cobrando un fuerte ritmo", aseveró Christopher Flavin, presidente de la organización Worldwatch Institute.

Flavin señaló que India ya tiene "un verdadero mercado" para la energía eólica y que otros países estudian su potencial en la materia o ponen en ejecución proyectos experimentales a escala pequeña para controlar el viento.

Con 3.000 turbinas de viento ya funcionando, India encabeza el grupo de los países en desarrollo que están generando energía eléctrica en base a la fuerza del viento, informó Flavin.

Ese país fabrica la mayoría de sus turbinas eólicas, que son las descendientes del molino de viento, tanto en establecimientos de capital nacional como en inversiones conjuntas con empresas extranjeras.

De la misma forma, China está capacitada para fabricar sus propias turbinas, ya que produce para otros usos todos los componentes necesarios.

Los funcionarios chinos estiman que el potencial energético eólico del país es de unos 253.000 megavatios, lo que supera en 40 por ciento la capacidad actual de generación de todas las demás fuentes, incluyendo las represas hidroeléctricas y las centrales térmicas que queman carbón.

Por cierto, "gran parte del potencial eólico del mundo se encuentra en los países en desarrollo", de acuerdo con el instituto Worldwatch.

No obstante, Flavin opinó que "en la mayoría de los países en desarrollo la expansión de la energía eólica no se deberá a preocupaciones ambientales, como ocurre en los industrializados, sino por una desesperada necesidad de obtener electricidad".

"En zonas como el oeste de China o el nordeste de Brasil, la fuerza del viento es la única fuente autóctona de electricidad que está lista para ser desarrollada en gran escala", escribió el mismo Flavin en un reciente artículo.

También en países como Argentina, Canadá, Chile, Rusia y Gran Bretaña, el viento podría casi toda la electricidad necesaria.

La organización advierte, sin embargo, que la fuerza del viento no puede reemplazar íntegramente a los combustibles fósiles. En cambio, puede "equivaler o superar al 20 por ciento de la electricidad proporcionada por la fuerza del agua en todo el mundo".

Flavin señaló que la explotación del viento no requiere costosas operaciones de extracción ni infraestructuras de apoyo tales como vías férreas o carreteras, como es el caso del carbón y del petróleo.

Tampoco produce contaminación del aire ni daños en la salud de los seres vivos, ni dióxido de carbono, que origina el efecto invernadero y amenaza la estabilidad de la atmósfera.

Además de ahorrar gastos extraordinarios en salud, Flavin apuntó que la energía eólica puede ser producida al mismo costo o incluso a un costo menor que las otras formas de generación eléctrica.

Al contrario de lo que ocurre con la energía nuclear, a la cual han recurrido muchos países en desarrollo para evitar las importaciones de petróleo, la tecnología para controlar el viento no necesita ser importada.

Flavin aludió a los estudios de potencialidad encargados o en fase de realización en China, Brasil, México, Filipinas y otros países, como prueba del creciente interés de los gobiernos en la energía eólica. Y añadió que a ello se suma el interés de las instituciones financieras internacionales.

Entre éstas se cuentan la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y el Fondo Mundial para el Ambiente, del Banco Mundial. (FIN/IPS/tra-en/aa/pz/arl/en/96

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