Mientras algunos analistas consideran que la crisis económica de El Salvador continúa siendo grave otros apuntan que se advierten signos de recuperación.
Claudio de Rosa, asesor del gobierno del prersidente Armando Calderón Sol, aseguró que las dificultades que atraviesa la economía nacional desde hace un año "tocaron fondo" porque han disminuido las quejas de los sectores productivos.
Reconoció, no obstante, que la economía no está creciendo al ritmo que se esperaba, aunque indicó que ello no significa que se esté ante una crisis económica.
"El llanto de enero y febrero ya no existe, las lágrimas se secaron, la gente se acomodó, está en condiciones de producir más y ya comienzan a verse nuevas construcciones", aseguró el economista chileno.
En cambio, para Alfonso Goitia, presidente de la Fundación para el Desarrollo de El Salvador (Funde), ligada a organismos populares, la situación es aún crítica.
"Habría que analizar las últimas estadísticas oficiales, pero considero que continúan existiendo problemas de demanda, el sector agropecuario sigue en una situación bastante precaria, hay problemas en la ganadería, en la industria lechera, así como en la producción de granos básicos", señaló.
Recalcó que subsiste un proceso de generación de desempleo, ya que empresas de todas las dimensiones están reduciendo su personal debido a que no obtoenen los ingresos de años anteriores.
También destacó los bajos ingresos de las familias, los aumentos constantes de las tarifas públicas y el incremento del impuesto al valor agregado (IVA) como factores que inciden en la caída de la demanda.
Se estima que 60 por ciento de los 5,7 millones de habitantes de este país centroamericano están bajo los niveles de pobreza y de ellos la mitad se encuentra en situación de extrema pobreza.
Sin embargo, De Rosa opinó que pese a que la recuperación es aún débil la economía es saludable ya que cayó la inflación, la moneda se estabilizó, las reservas internacionales aumentaron, el déficit fiscal está bajo control y el sistema financiero es sólido.
La inflación acumulada en lo que va del año hasta junio es de cinco por ciento, contra 5,3 durante el mismo período de 1995, mientras las reservas internacionales pasaron de 788 millones de dólares en 1994 a 935 millones el año pasado.
A su vez la moneda nacional (el colón) se ha mantenido durante tres años en un tipo de cambio promedio de 8,75 por dólar.
Debido al proceso crítico que sufrió la economía en el último año se espera que el crecimiento para 1996 sea inferior a cinco por ciento. Algunos analistas lo sitúan en tres por ciento. Entre 1992 y 1995 hubo tasas de crecimiento mayores a seis por ciento.
De Rosa consideró que para lograr un mayor crecimiento se debe definir una política consensuada entre las fuerzas productivas nacionales.
La línea del gobierno apunta en ese sentido, tras los acuerdos logrados con los empresarios, por ejemplo en materia de desgravación arancelaria, consideró.
Según diversos análisis, algunas inversiones realizadas superaron las posibilidades del mercado salvadoreño, como por ejemplo las llevadas a cabo en el área de la construcción.
Cifras de la Cámara de la Industria de la Construcción indican que unos 230 millones de dólares están paralizados por falta de demanda.
Esas obras, dirigidas a un mercado de clases media alta y alta, han tenido que ofrecerse a salvadoreños que residen en el exterior, especialmente en Estados Unidos, en el marco del proyecto "Hermano Lejano".
Se calcula en 450.000 el déficit de viviendas del país, especialmente en zonas rurales y suburbanas, donde residen los sectores más pobres.
Para Goitia, el gobierno tendría que realizar un cambio fundamental en la política económica, fomentando la inversión pública en el sector agropecuario, la industria y la pequeña y mediana empresa.
El Ejecutivo debe abandonar la prioridad que ha otorgado al sector financiero, que ha crecido en más de 20 por ciento al año, subrayó el analista. (FIN/IPS/jd/dg/ip-if/96