El Partido Republicano de Estados Unidos censuró esta semana toda la política exterior del presidente Bill Clinton, pero un cambio de mando en la Casa Blanca la mantendría, especialmente con respecto a América Latina, coincidieron analistas.
Tres expertos en relaciones internacionales creen que la victoria en noviembre del candidato republicano a la presidencia, Bob Dole, no cambiaría la actitud de Washington hacia América Latina y el Caribe, a pesar de los ácidos discursos pronunciados en la Convención Nacional del partido en San Diego.
El viraje diplomático más notable sería un ajuste en el vínculo con Moscú, dijeron.
Dole continuaría respaldando al presidente de México, Ernesto Zedillo, no obstante las críticas de republicanos por el aumento de la actividad del narcotráfico en ese país. Y las líneas rectoras de la relación con Cuba y Haití se mantendrían, a pesar de la dureza de los discursos en la Convención.
La plataforma adoptada por el partido republicano en San Diego contiene fuertes críticas al gobierno del Partido Demócrata, que pretende "restaurar el liderazgo de Estados Unidos en el mundo" o "promover el comercio y la prosperidad internacional".
Pero, a pesar de sus frecuentes y venenosos cuestionamientos a Clinton, los observadores en Washington opinan que Dole no parece dispuesto a abrir un nuevo curso a la política exterior de Estados Unidos si triunfa en las elecciones de noviembre.
A medida que se consideran zonas geográficamente más cercanas a Estados Unidos, como América Latina y el Caribe, las presuntas diferencias en materia de política exterior entre demócratas y republicanos se diluyen, de acuerdo con los analistas.
"Una administración no será muy diferente de la otra" en lo que se refiere a esa región, dijo William LeoGrande, profesor de asuntos de gobierno de la Universidad Americana, en Washington.
Ni Clinton ni Dole "tuvieron nunca mucho interés" en América Latina y el Caribe, agregó.
Muchos legisladores republicanos han criticado a Clinton por su asistencia a México tras la crisis financiera que sufrió el país latinoamericano (a pesar de que la medida que adoptó la Casa Blanca fue respaldada por Dole) y la "certificación" de los esfuerzos de ese país en la lucha contra el narcotráfico.
Los republicanos mencionan, en tal sentido, las evidencias del papel cada vez más importante de los cárteles mexicanos en la distribución y producción de drogas que consume el público estadounidense.
Aunque la Convención en San Diego fue "ruda" con respecto a México, Dole mantendría el fuerte respaldo de Washington del que actualmente goza Zedillo, según Robert Hutchings, director de relaciones internacionales del Centro Académico Internacional Woodrow Wilson.
Washington continuará procurando la estabilidad de México sin que importe quién se sentará detrás del escritorio de la Sala Oval de la Casa Blanca, agregó Hutchings, quien estuvo a cargo de la Dirección de Asuntos Europeos del Consejo de Seguridad Nacional durante la presidencia del republicano George Bush.
El experto acotó que esto no solo se debe al posible crecimiento de inmigración que originaría otra crisis, sino también a la intención de proteger "grandes intereses comerciales" de Estados Unidos en el país latinoamericano.
La dura retórica republicana, al parecer, tampoco se verá reflejada en cambios prácticos en la política de Washington respecto de Haití en los próximos cuatro años, según los analistas.
A menos que se produzca "otra inundación de balseros", el Departamento de Estado continuará abordando los problemas de Haití "con relativa tranquilidad", sostuvo Helmut Sonnenfeldt, quien fue funcionario de política exterior tanto en gobiernos republicanos como en demócratas.
Sonnenfeldt, actualmente académico invitado de la Institución Brookings, manifestó que, sin embargo, Cuba "es un asunto más grave".
De todos modos, y a pesar de que Dole se comprometió a acabar con Fidel Castro, el experto pronosticó que se registrará una "sustancial continuidad" con la actual política de Washington hacia La Habana, tanto con la reelección de Clinton como ante un triunfo el Partido Republicano.
"No estoy seguro de que existan muchas opciones" de alternativa a la gestión del Partido Demócrata con respecto a Cuba, dijo.
Por su parte, LeoGrande, para quien las declaraciones de Dole sobre Castro son meras "fanfarronadas", coincidió con Sonnenfeldt en cuanto a que el candidato republicano desarrollaría, si ocupa la presidencia, "más de lo mismo".
Washington continuará "aplicando presión económica sobre Cuba y esperando que el régimen de Castro caiga por su propio peso", dijo el experto.
De todos modos, agregaron, el manejo de Dole de los asuntos mundiales no será un reflejo de la gestión de Clinton. Una de las diferencias más notorias, según los analistas, se registraría en la relación entre Estados Unidos y Rusia.
"Un gobierno a cargo de Dole sería mucho menos sentimental con respecto a Rusia", según Hutchings. En consecuencia, Dole pondría más distancia con el presidente Boris Yeltsin, cuyo poder se desvanece, en gran parte, debido a sus problemas de salud, agregó.
La primera prueba del vínculo entre Washington y Moscú podría registrarse cuando se considere el ingreso de países otrora pertenecientes al mundo comunista a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), sostuvo el experto.
Mientras Rusia teme la eventual afiliación de más socios a la OTAN, la plataforma republicana exhorta a su "inmediata expansión", de modo que incluya a "aquellos países de Europa central que demostraron mayor compromiso con los ideales democráticos para cuya protección fue creada" la alianza.
"Dole sería mucho más constante para enfrentar con este principio a las objeciones de Rusia", pronosticó Hutchings.
Pero Sonnenfeldt sostuvo que Dole "no sería capaz de acelerar mucho el paso, por razones prácticas", pues existen fuertes diferencias sobre la expansión aun entre los miembros de la OTAN.
Sonnenfeldt dijo que las relaciones entre Estados Unidos y Rusia podrían resentirse en torno a los misiles de defensa, cuestión sobre la cual los republicanos han sido "muy ruidosos".
Mientras el gobierno de Clinton ha financiado la investigación y el desarrollo de nuevos sistemas de misiles, el despliegue de estas armas "quedó en suspenso hasta que emerjan nuevas amenazas", explicó.
"Pero los republicanos creen que esas amenazas ya existen", dijo.
El despliegue de los nuevos sistemas de misiles de defensa "representará un problema con los rusos", según Sonnenfeldt, para quien la concreción de estos planes violaría los tratados existentes en la materia.
El reclamo republicano de un "puntual retiro de las fuerzas estadoundenses de Bosnia-Herzegovina" no derivaría, al parecer, en una desviación de la política de Clinton en la antigua Yugoslavia con Dole en la Casa Blanca, coincidieron Hutchings y Sonnenfeldt.
Hutchings, incluso, elogió a Clinton porque "fue contra la opinión pública" de Estados Unidos cuando se comprometió a incluir tropas de su país en la fuerza de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas desplegada en Bosnia-Herzegovina.
Los problemas en los Balcanes son parte del debate sobre el involucramiento de Estados Unidos con la Organización de Naciones Unidas (ONU), un punto conflictivo en la política doméstica y de gran importancia electoral.
La plataforma del Partido Republicana establece oposición al "compromiso de soldados estadounidenses con operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU bajo comandantes extranjeros".
Un gobierno de Dole "nunca obligará a soldados de Estados Unidos a vestir uniformes o insignias extranjeros", agrega el documento.
"Esta declaración es, fundamentalmente, hojarasca", comentó Sonnenfeldt. El comandante de la fuerza de paz de la ONU en Bosnia- Herzegovina es británico, pero "tiene que dar cuenta de sus actos a un almirante estadounidense quien, a su vez, debe informar a un general estadounidense en Bruselas", explicó.
La actitud de los dos partidos de Estados Unidos hacia la ONU es de cautela, según Sonnenfeldt. "Después de un entusiasmo inicial hacia el cuerpo mundial", la actual posición del gobierno de Clinton "no tiene ninguna diferencia con la de los republicanos", dijo. (FIN/IPS/tra-en/pz/mj/ip/96