La elección del magnate bananero Alvaro Noboa como presidente de la Junta Monetaria de Ecuador, es una señal del rumbo neoliberal que imprimirá Abdalá Bucaram en la economía cuando asuma este sábado y despertó ya encendidas polémicas.
Bucaram, de 44 años, también empresario y ex alcalde de la capital industrial del país, Guayaquil, inicia este sábado un mandato cuatrienal, al recibir el testigo presidencial de Sixto Durán Ballén, de 76 años.
El primer anuncio económico del nuevo mandatario fue la eliminación del subsidio a los combustibles de mayor consumo en el país, una medida cuya inspiración se adjudica a Noboa y que provocó el rechazo de sectores sociales e industriales.
Noboa, de 45 años, ha dicho que la subvención al gas y otros combustibles como el diesel "significan al Estado una pérdida de 286 millones de dólares y con 200 millones financiaríamos los programas sociales del primer año de gobierno".
El 80 por ciento del subsidio estatal, para Noboa, es aprovechado por los empresarios y la clase media alta, mientras que sólo 20 por ciento beneficia a la población pobre.
Para Angel Espinoza, periodista y consultor internacional de inversiones, el nombramiento del empresario es significativo para comprender hacia dónde irá el gobierno en materia económica.
"Cada designación ministerial incide en la economía", dijo a IPS, pues "los hombres representan posiciones políticas y en el caso de este gobierno, que para muchos es impredecible, son hilos que conducen a las verdaderas intenciones".
El nombramiento de Noboa "habla de apoyo a la industria ecuatoriana, de estabilidad, privatizaciones y continuismo", según Espinoza.
Una orientación que ha sido completada con la designación de otros importantes empresarios en ministerios económicos.
Para otros analistas la designación de Noboa como presidente de la Junta Monetaria responde sólo a los 15 años de profunda amistad entre Bucaram y el empresario, y no significa en sí misma el anuncio de una línea política.
Noboa, quien heredó parte de la segunda empresa bananera más grande del mundo, es considerado por la revista Forbes, en su edición de julio, uno de los 39 hombres latinoamericanos con mayor fortuna.
"Voy a ocupar el puesto más importante en el área económica del Estado", declaró a la revista ecuatoriana Vistazo, "sobre mí sólo está el Presidente de la República".
El magnate preside el "Grupo Alvaro Noboa" y el "Grupo Noboa", dos de los tres imperios familiares que se disputan legalmente entre él, sus hermanos y su madrastra, Mercedes Santistevan, la conducción de la "Corporación Noboa".
Según Forbes, Noboa, con sus 1.200 millones de dólares, "tiene un ego del tamaño de uno de sus barcos cargueros".
Noboa se defiende y dice que se trata de seguridad en sí mismo, una seguridad "que me ha servido toda la vida". Añade que desde sus días de escuela, en el colegio Le Rosey, en Suiza, fue "el primero en todo".
Segundo hijo de Luis Noboa Naranjo, considerado el empresario ecuatoriano más importante de este siglo, el nuevo jerarca del gobierno pretende implantar "un modelo económico ecuatoriano, con la filosofía del presidente Bucaram y de todos los que formemos su gobierno".
Bajo la adopción de otros esquemas económicos "hemos sufrido de 'estabilitis', y necesitamos producción, buscar la estabilidad de una manera tan rabiosa hace que este se convierta en un fin y no en un medio", comentó.
Según este empresario bananero, quien se muestra convencido de que ganará la dísputa por el imperio familiar, "el fin debe ser el bienestar ecuatoriano, mayor trabajo, mejores servicios y obras".
Unos objetivos que todos están dispuestos a endosar aquí, aunque difieran muchos analistas en la manera en que figuras como Noboa creen que hay que llevarlo a cabo, en un país en que cerca de ocho de sus casí 12 millones de habitantes están en situación de pobreza, tras cuatro años de ajuste neoliberal.
Javier Ponce, editorialista del diario Hoy, cree que la selección de importantes empresarios en puestos claves en su gabinete, no representa en realidad una ruptura con las ofertas populistas que dieron el triunfo a Bucaram en julio.
"Hemos elegido un presidente dedicado a darnos pistas falsas, entonces, lo que tal vez hemos elegido es un presidente populista". (FIN/IPS/mg/jc-eg/ip/96