El contagio de sida de 18 pacientes que recibían tratamiento de hemodiálisis en Ecuador reabrió la polémica sobre la inexistencia de implementos de seguridad biológica en los hospitales y la responsabilidad legal de los médicos.
Mientras se encuentra detenido el estudio de un reglamento para exigir sistemas de bioseguridad en las instituciones hospitalarias, impulsado por organizaciones ambientalistas no gubernamentales y entidades públicas, los casos de contagio de enfermedades graves son cada vez mayores.
En Guayaquil, la ciudad más poblada de Ecuador, un grupo de 18 enfermos renales del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), que por un convenio recibían hemodiálisis en una unidad médica privada, fueron contagiados con el virus del sida.
Hasta ahora en Ecuador "no existen leyes sobre bioseguridad ni desechos hospitalarios, a pesar de que se ha convertido en un problema de salud pública, que afecta no sólo a los pacientes de determinada institución, sino a toda la sociedad", dijo a IPS, Jorge Obiedo, director de Ecología Urbana de la Fundación Natura.
La Fundación, que desde 1994 impulsa un programa sobre el tratamiento de desechos hospitalarios, sosotiene que cada cama de hospital en Ecuador produce un promedio de tres kilogramos de desechos diarios, de los cuales el 50 por ciento son infecciosos o radiactivos y van a parar a los basureros comunes.
Según un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y de la Comisión de Auditoría Médica difundido este martes, "los procedimientos de bioseguridad fueron violados en la unidad médica que pertenece al doctor Galo Garcés", quien atendió a los 18 pacientes, dos de ellos menores de edad.
Todos los casos que recibieron hemodiálisis desde el 1 de enero de 1995 hasta el 31 de mayo de 1996 en esa clínica privada se encuentran expuestos al contagio, según la OPS, quien inició las investigaciones desde el 28 de mayo, bajo la petición del IESS.
Marco Robayo, director del hospital Teodoro Maldonado, del IESS, informó que la institución recibe a 148 pacientes para los tratamientos de hemodiálisis, de los que sólo atiende a 50 y los demás son enviados mediante convenios a clínicas privadas.
Las irregularidades provienen de la unidad médica privada, sostuvo Robayo, pues señaló que en el IESS no se ha detectado ningún infectado de sida, vía hemodiálisis.
Sin embargo, Garcés aseguró que el problema reside en que "los pacientes del IESS eran enviados sin ningún tipo de historial clínico, ni control previo".
La Fundación Natura considera que es necesario establecer en forma urgente un reglamento de procedimientos para el manejo de desechos e intrumentos hospitalarios, y se establezcan sanciones adecuadas para los casos de negligencia médica.
La negligencia médica está contemplada en el Código Penal ecuatoriano y es sancionada con una multa de 50 a 500 sucres (de uno a 15 centavos de dólar) y prisión de seis meses a cinco años de cárcel. (FIN/IPS/mg/ag/he/96