Bangladesh, uno de los países más pobres del mundo, está convencido que una inminente cumbre sobre microcrédito podría ser un paso significativo para aliviar la pobreza en naciones del Tercer Mundo.
"La idea detrás de la cumbre es extender el alcance del microcrédito a las familias más indigentes del mundo, como una herramienta para crear una digna ruta de escape de la pobreza", declaró el embajador Reaz Rahman, de Bangladesh, quien está buscando apoyo a la reunión
Prevista en Washington del 2 al 4 de febrero, la Cumbre de Microcrédito pretende ser el primer paso de una campaña decenal destinada a conceder préstamos a las 100 millones de familias más pobres, en particular, mujeres del Tercer Mundo, como una manera de generar el autoempleo.
"Ha llegado el momento de reconocer al microcrédito como un poderosa herramienta en la lucha para acabar con la pobreza y la dependencia económica", expresó un proyecto de declaración de 38 páginas que deberá ser adoptada en la cumbre.
"La cumbre ha preferido ha preferido concentrarse sobre las mujeres indigentes, porque éstas han demostrado ser las que más fácilmente son dejadas de lado en los programas de erradicación de la pobreza", dijo Rahman a IPS.
Uno de los programas de microcrédito más conocidos del mundo está administrado actualmente por el Banco Grameen en Bangladesh. Grameen es uno de los organizadores de la cumbre junto con el Banco Mundial, Citibank International, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Consejo de Población.
Con un ingreso anual por persona equivalente a 250 dólares, Bangladesh es uno de los 48 países con menor desarrollo relativo (LDC), descriptos como los más pobres entre pobres.
"La pobreza está teniendo cada vez más rostro de mujer", apuntó Rahman, porque las mujeres tradicionalmente ganan solo el 10 por ciento de los ingresos mundiales y poseen menos del 10 por ciento de las propiedades globales.
Además, de los 1.000 millones de adultos que no tienen acceso a la educación básica, más de 600 millones son mujeres.
También de las 1.300 millones de personas que actualmente viven en absoluta pobreza, subsistiendo con menos de un dólar por día, más de 900 millones son mujeres, segun datos de la ONU.
La Cumbre de Microcrédito, cuyas bases serán establecidas en una reunión preparatoria de dos días que tendrá lugar en Washinton el mes próximo, es parte de un esfuerzo más amplio para erradicar la pobreza tanto en naciones desarrolladas como en desarrollo, según el embajador Rahman.
Rahman dijo que el floreciente movimiento del microcrédito está siendo comparado por algunos a otros esfuerzos internacionales anteriores, como la lucha contra la esclavitud, en favor del sufragio femenino o contra el apartheid en Sudáfrica.
El proyecto de declaración de la cumbre expresa que la comunidad internacional necesita aportar alrededor de 20.000 millones de dolares en donaciones, préstamos a bajo interés y otros fondos comerciales para beneficiar a 100 millones de familias pobres en el año 2005.
La necesidad de esa cifra está basada en la provisión de 150 dólares en préstamos y 50 dólares para entrenamiento y costos institucionales de desarrollo por persona, en naciones pobres. Para los países desarrollados el monto asciende a 500 dólares.
También la cantidad requerida para esas donaciones y préstamos oscila en 10.000 millones de dólares, con otros 10.000 millones adicionales del mercado de créditos comerciales y los ahorros personales de los pobres.
"Uno de los aspectos fundamentales que debe subrayarse es que la gente pobre es eficiente y si se le proporcionan los medios pueden, de alguna manera, aliviar sus problemas de indigencia", señaló Rahman.
El microcrédito debería ser tratado como una de las diversas políticas para combatir la pobreza debido a que por sí mismo no puede aliviarla, advirtió.
En su Informe sobre Desarrollo Humano de 1995, el PNUD dijo que los estudios sobre programas de créditos para los pobres confirmaron siempre que eran dignos de confianza. "Los pobres son deudores honestos que merecen el riesgo. Indices de amortización del 90 por ciento no son raros", expresó el documento.
"Los pobres conocen mejor sus oportunidades para obtener un trabajo productivo y remunerador", dijo el PNUD. "Lo que necesitan verdaderamente son modestas cantidades de capital inicial para sus microempresas".
La razón por la cual los programas de créditos para los pobres funcionan es que mejoran significaticamente sus ingresos en un 20 por ciento como promedio y, a veces, en más del 100 por ciento, según el PNUD.
El informe tambien apuntó que el viejo adagio que se puede alimentar a la gente por un día dándole un pez, o abastecerla por toda la vida enseñandole pescar, necesita una enmienda acorde con el siglo XX: lo que realmente importa es quién posee el estanque. (FIN/IPS/tra-en/td/pz/ego/dv).
= 08231239 DAP002