India, junto con otros 29 países en desarrollo, presiona en la conferencia de desarme de Ginebra para que se negocie de inmediato un calendario de destrucción total de los arsenales nucleares con el año 2020 como punto final, como condición para aceptar la prohibición total de pruebas atómicas.
Según Nueva Delhi, sólo el compromiso de las cinco potencias nucleares reconocidas -Gran Bretaña, China, Estados Unidos, Francia y Rusia-, de eliminar sus armas nucleares de acuerdo a un cronograma preestablecido, podrá persuadir a India de firmar un tratado que prohiba todo tipo de ensayo atómico.
La Conferencia de Desarme -que se ha reunido de forma continuada en Ginebra por más de dos años con la presencia de 61 países- se propone poner a la firma, el mes próximo en la ONU, un tratado de prohibición total de pruebas nucleares.
Las delegaciones concentran ahora sus esfuerzos en convencer a India de no bloquear la aprobación del texto en la conferencia, lo cual es una verdadera posibilidad en vista de que las normas de procedimiento exigen una decisión por consenso.
La última forma de presionar a India para que acepte el tratado consistió en poner su nombre en una lista de países cuya firma y ratificación es imprescindible para que el futuro instrumento entre en vigencia.
Esta claúsula permitiría que el tratado fuera firmado en un primer momento sin India, pero este país tendría que incorporarse en el plazo máximo de tres años. La delegación india insiste en que la exigencia sea suprimida, pese a que cuatro de las potencias nucleares reconocidas se niegan a cambiar el texto.
Los 29 países en desarrollo liderados por India, en cambio, presentaron este jueves una propuesta para que se negocie de inmediato un calendario de destrucción programada, antes del año 2020, de los arsenales nucleares existentes en todo el mundo.
India también se opone a una cláusula del tratado que prevé la adopción de "medidas" legales internacionales en caso de que el instrumento no entre en vigencia tres años después de su firma, pues teme que esto pueda amparar la imposición de sanciones internacionales.
Las anteriores objeciones de China al texto que se negocia fueron superadas hace dos días, cuando se alcanzó un acuerdo en la cuestión de las inspecciones in situ. El gobierno chino no se avino a negociar el tratado hasta el mes pasado, después de realizar su última prueba nuclear subterránea.
Persisten ahora los rumores de que sería inminente la realización de una prueba nuclear por parte de India.
Pese a que los delegados indios han negado la versión, una fuente próxima a los círculos de defensa señaló que otros países han tomado todas las precauciones necesarias para mantener y mejorar sus arsenales antes de que el tratado de prohibición sea firmado.
"Tanto Francia como China retrasaron la negociación del tratado hasta el momento en que hubieran terminado su última serie de ensayos, mientras que Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña poseen sofisticados sistemas de simulación de pruebas", explicó la fuente.
"En este contexto, sólo el desarme total representaría un verdadero progreso", agregó.
Los delegados estadounidenses, sin embargo, desecharon de plano la idea de un desarme sujeto a un calendario.
"Es algo que no entra en nuestras previsiones, y tampoco, por cierto, en las de ningún otro país poseedor de armas nucleares", dijo el representante permanente de Estados Unidos en Ginebra, Stephen Ledogar.
"Estados Unidos sigue basando su política de disuasión en el potencial nuclear. Ello forma parte de nuestro sistema general de seguridad", añadió.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos sostiene que tanto China como Rusia, países con los que Washington ya tiene importantes programas de intercambio en este campo, deberían tener la oportunidad de acceder a una tecnología capaz de mejorar la seguridad de sus armas nucleares.
En cuanto a Francia, los intercambios con esa potencia nuclear deberían incluir pruebas de confiabilidad, mientras que Gran Bretaña debería continuar aprovechando la amplia oferta de tecnología que actualmente recibe de Estados Unidos.
En octubre del año pasado, Estados Unidos decidió ofrecer a Francia la tecnología de simulación electrónica de ensayos, a cambio de una actitud más positiva de París en las negociaciones de Ginebra, lo que abrió la posibilidad de que los franceses no sigan adelante con su propio proyecto PALEN de simulación.
Otro punto difícil en la negociación del tratado es la forma de verificar su cumplimiento, que debe incluir un nuevo sistema mundial de detección de ensayos nucleares.
El texto actual prevé la utilización de un sistema de control compuesto de cuatro partes diferentes, consistentes en sensores sísmicos, hidroacústicos, de infrasonido y de radionúcleos.
Todos los datos del sistema serán remitidos a un Centro de Información Internacional. Un prototipo de este centro está situado actualmente en Arlington (Virginia). Los diversos elementos del sistema cubrirán diferentes regiones del mundo, solapándose en cierta medida.
El sistema será capaz de detectar todas las explosiones, excepto las sumamente pequeñas, y las no encubiertas de poder inferior a un kilotón. Todas las pruebas iniciales conocidas han tenido potencias superiores a 10 kilotones. (FIN/IPS/tra-en/mom/rj/arl/ip/96