Diplomáticos y juristas se esfuerzan vanamente desde hace semanas por encontrar una forma de redacción elíptica que comprometa a India a ratificar un Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares (TPCE), sin mencionar explícitamente a ese país.
El fracaso de los redactores del proyecto de TPCE quedó evidenciado nuevamente este jueves, cuando la embajadora de India, Arundhati Ghose, comunicó por enésima vez a la Comisión de Desarme que su país no ratificará el tratado.
Peor aún, Nueva Delhi amenaza con obstruir la adopción del proyecto por consenso en la Comisión de Desarme, lo que impediría que la iniciativa sea presentada el mes próximo por ese cuerpo a la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
India entiende que todas las fórmulas discutidas para determinar la entrada en vigor del tratado apuntan a un sólo objetivo: la ratificación por Nueva Delhi, como una condición necesaria para la vigencia del acuerdo.
John Holum, director de la Agencia de Desarme y Control de Armas de Estados Unidos, explicó el miércoles en Washington que un número "significativo" de países reclamó que el tratado entre en vigor solamente cuando lo ratifiquen las cinco potencias nucleares y los tres países en "el umbral".
China, Estados Unidos, Francia, Gren Bretaña y Rusia son las cinco potencias. Todas respaldan el tratado y han declarado una moratoria de pruebas nucleares.
En el umbral de convertirse en potencias nucleares se encuentran India, Israel y Pakistán.
Para incluir a los ocho propietarios de arsenales o de tecnologías nucleares, el presidente del comité especial de negociaciones del tratado, el embajador holandés Jaap Ramaker, pergeñó una última fórmula.
El artículo 14 del proyecto establece que el tratado entrará en vigor cuando sea ratificado por todos los países miembros de la Comisión de Desarme que tengan reactores de energía nuclear dedicados a la investigación.
En las condiciones estipuladas por el artículo 14 se encuentran 44 de los 61 integrantes de la Comisión de Desarme. Por supuesto, allí figuran los tres países en el umbral de la potencialidad nuclear.
Otra de las disposiciones del proyecto contempla la posibilidad de que, al cabo de tres años de su aprobación, el tratado no tome fuerza de ley por falta de ratificación de alguno de los 44 miembros de la Comisión de Desarme.
En ese caso, la Conferencia de las Partes, que reúne a los firmantes, se reuniría para adoptar medidas que aseguren la entrada en vigor del protocolo.
Pero el gobierno de India rechaza el texto propuesto porque estima que sólo busca su compromiso de ratificación.
Con esa fórmula se procura "obligarnos a la firma mediante métodos que no registran antecedentes en las negociaciones de tratados", declaró Ghose ante la Comisión de Desarme.
India insinúa su temor a que la Conferencia de las Partes dicte sanciones contra los países que no firmen el tratado.
En caso de que el texto referido a la entrada en vigor del tratado se mantenga sin modificaciones, India se verá obligada a oponerse a los esfuerzos de la Conferencia de Desarme por sancionar la veda de los ensayos nucleares, advirtió Ghose.
El comité especial de negociaciones del tratado se reunirá este viernes para examinar la evolución de las negociaciones.
El Grupo de los 21, integrado por los países no alineados, presentó este jueves un Programa de Acción para la Eliminación de las Armas Nucleares, que se aplicaría gradualmente hasta el 2020.
El programa de los no alineados colma un vacío que India encontraba en el texto del proyecto, que no menciona metas de desarme nuclear ni para poner fin a la carrera armamentista. (FIN/IPS/pc/ff/ip/96