Niños y niñas de la calle de Trinidad y Tobago desaparecen de los sitios que habitualmente frecuentan, y son vendidos para filmes pornográficos y de un nuevo género sádico producidos en Estados Unidos.
"Tenemos evidencia de que los niños son exportados de Trinidad y Tobago para ser utilizados en filmes. No se trata sólo de filmes pornográficos, son aún peores", dijo Manohar Ramsaran, ministro de Desarrollo Social.
Los menores aparecen en las películas "golpeados hasta la muerte o arrojados en jaulas para ser comidos por leones, como parte de este nuevo género sádico", describió Ramsaran. Las cintas se venden en Estados Unidos a 10.000 dólares cada una.
Quienes cometen el delito en Trinidad y Tobago cobran hasta 3.000 dólares estadounidenses por cada niño utilizado en los filmes, cuyas posibilidades de escapar con vida son remotas.
Lo que preocupa a autoridades del gobierno y trabajadores sociales es que las niñas y niños explotados de esta manera son cada vez más, en general menores de 12 años, y en su mayoría huyeron de hogares donde sufrían abusos y violencia, para vagar por las calles.
A menudo hambrientos, y sin un lugar para dormir, muchos aceptan de inmediato la idea de escapar de la miseria. Estos menores son "fácilmente influenciables", les atrae la idea de viajar y participar en una película, inconscientes de lo que está en juego, y sienten que cualquier cosa que reciban como recompensa es mejor que vivir en la calle", dijo el ministro.
Los niños callejeros, unos 3.500 en 1995, son fáciles víctimas de quienes participan en este tráfico, y a menudo los secuestran, drogan y trasladan a las productoras ilegales, en general situadas en Estados Unidos.
Robert Sabga, quien trabaja con menores, dijo que algunos de los niños víctimas de este tráfico en Trinidad y Tobago que lograron escapar no tienen recuerdos claros de lo sucedido, "pero hay suficiente información para concluir que fueron utilizados con propósitos sexuales y que las actividades fueron probablemente filmadas".
Otros son conscientemente seducidos con promesas de una vida mejor. Se les dice que serán enviados a Estados Unidos para actuar en filmes y ganar grandes sumas de dinero.
Además, se les atrae con ropa, dinero y otros bienes, y en poco tiempo abordan un avión hacia Estados Unidos con una visa ilegal, desde donde seguramente no regresarán con vida.
Los niños de la calle son los más atacados porque son los más vulnerables. "Si desaparecen, nadie se ocupará de buscarlos", dijo Sabga, y agregó que "recién ahora empezamos a reconocer que esta situación existe".
El gobierno prometió tomar medidas para poner fin a la situación, y Ramsaran anunció la creación de un grupo de trabajo para preparar un informe sobre el tema, mientras se realizan investigaciones para llevar a los responsables locales ante la justicia. (FIN/IPS/tra-en/dt/cb/lp/pr-hd/96