La premio Nóbel de la Paz Rigoberta Menchú lanzó un llamado a las entidades indígenas y a la comunidad internacional para que persistan "en el empeño de heredar a las futuras generaciones un mundo donde la paz no sea sólo un sueño".
La declaración, formulada con motivo de cumplirse el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, instaurado por la Organización de las Naciones Unidas el 12 de diciembre de 1994, exhorta a las etnias "originarias" a mantener la unidad.
Las insta a "recuperar su memoria histórica, romper el silencio, mejorar sus condiciones de vida y afirmar sus derechos económicos, políticos, sociales y culturales".
El documento expresa que "cuando la incertidumbre cunde por todas partes, los pueblos indígenas se presentan florecientes de vida y de esperanza".
Según la activista guatemalteca, que reside en la capital mexicana, en numerosos países los pueblos llamados originarios se convirtieron "en actores centrales de nuevos procesos que están sembrando la semilla de un futuro multiétnico, pluricultural y plurilingüe".
Señala que a través de una multiplicidad de iniciativas y propuestas innovadoras, se viene gestando y consolidando una plena y digna participación de los pueblos indígenas en diversos aspectos de la vida interna de sus respectivos países.
Pone énfasis especialmente en el "creciente protagonismo que están alcanzando en la escena política sobre la base de un accionar fundamentado en el rescate de valores éticos y la dignidad ciudadana, con alternativas y propuestas que buscan solucionar tanto los problemas locales como los nacionales".
Menchú condena enérgicamente lo que califica como "graves y sistemáticas violaciones a los derechos humanos en diversos países, que afectan incluso el derecho a la vida" y pide castigo ejemplar para sus responsables.
Dice que en algunos lugares los pueblos indígenas se encuentran amenazados de extinción, mientras en otros padecen hambruna y en general no han logrado eliminar las condiciones de marginación, segregación, opresión y racismo de que son víctimas.
El llamamiento exhorta a multiplicar acciones para lograr nexos interculturales basados en la tolerancia y el respeto absoluto entre los diversos pueblos y etnias, a fin de crear un mundo de justicia y opciones de "desarrollo, libertad, democracia y derechos humanos para todos". (FIN/IPS/emv/dg/hd/96