El canciller cubano, Roberto Robaina, afirmó este jueves que "nada ha cambiado" en la tradicional negativa de su gobierno a un diálogo con los sectores más radicales del exilio de su país en Estados Unidos.
"Cuba no ha dialogado ni dialogará jamás con histéricos, mafiosos y anexionistas", dijo Robaina a la agencia cubana Prensa Latina sobre versiones de prensa que en la ciudad estadounidense de Miami hablan de un supuesto "debate cubano".
El titular de Relaciones Exteriores aseguró que esas publicaciones sólo pretenden "confundir" y que no existe "contacto alguno con aquellos que se enriquecieron sirviendo de mercenarios a la política estadounidense".
El diario The Miami Herald afirmó el día 24 que a inicios de septiembre los estudios CBS Telenoticias transmitirán un programa donde aparecerán el presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón, y el líder de la derecha cubana en Miami y presidente de la Fundación Nacional Cubano-Americana, Jorge Más Canosa.
Maria Elvira Salazar, periodista y moderadora de Telenoticias, aseguró que las entrevistas se grabaron de forma simultánea en Miami y en La Habana y que los participantes podían verse a sí mismos a través de monitores.
Salazar, que catalogó el debate televisivo de "histórico" y "caliente", dijo que cada uno de los invitados defendió sus puntos de vista sobre los derechos humanos, las relaciones Cuba- Estados Unidos, la ley Helms-Burton, las elecciones en Estados Unidos de noviembre y la situación económica en la isla.
Alarcón es una de las figuras más importantes del gobierno de Fidel Castro, fue embajador de Cuba en la Organización de las Naciones Unidas y ministro cubano de Relaciones Exteriores, y desde 1994 representa a su gobierno en las negociaciones migratorias con Estados Unidos.
Más Canosa es un cubano nacionalizado estadounidense, con gran poder financiero e influencia en la Casa Blanca y presidente de la Fundación Nacional Cubano-Americana (FNCA), que representa la tendencia más radical del exilio cubano.
Creada en 1981, la FNCA se define como una entidad no lucrativa y autónoma, y es vista por las autoridades de la isla como la más poderosa y radicalmente oositora al gobierno de la isla de las organizaciones políticas de la comunidad cubana en el exterior.
La FNCA ha realizado desde su fundación una intensa labor de cabildeo para incidir en la definición de la política gubernamental estadounidense hacia la isla.
La opción propuesta por la fundación parte de una negativa total a la máxima dirigencia cubana, a las conquistas sociales del régimen de Fidel Castro, al socialismo como modelo y proclaman la necesidad de un retorno al capitalismo en Cuba.
La FNCA fue uno de los principales promotores del llamado a la "desobediencia civil" que condujo a la organización de flotillas de barcos y aviones para penetrar las fronteras de la isla y que provocaron la llamada "crisis de las avionetas", en febrero pasado.
Fuerte defensora del bloqueo estadounidense a la isla, estuvo entre los principales sostenedores del proyecto que se convirtió en la ley Helms-Burton.
"Estos son mafiosos vinculados al mundo gansteril estadounidense, cuyo único propósito ha sido y es enriquecerse al servicio de quienes pretenden despojar a Cuba de su soberanía", dijo Robaina.
Marianela Ferreol, vocera alterna de la cancillería, afirmó a IPS el día 27 que las entrevistas a Alarcón y Más Canosa eran hechos totalmente independientes y que en ningún momento implicaba un debate o diálogo.
Según las versiones de la cancillería el dirigente cubano sólo respondió a la invitación de participar en un panel sobre un documental realizado por la CBS sobre Castro en ocasión de cumplir 70 años, el pasado 13 de agosto.
Cuba inició una política de normalización de sus relaciones con la emigración cubana, en 1994, pero desde entonces quedó clara la negativa del gobierno a abrir un espacio al diálogo con lo que llamó "la histeria cubana de Miami".
La apertura abrió las puertas a Cambio Cubano y al Comité Cubano para la Democracia, representantes del ala moderada del exilio y partidarias de un diálogo por la reconciliación entre el gobierno cubano, la oposición dentro de la isla y la emigración.
Sin embargo, las cerró a todos aquellos que pretenden un cambio de gobierno en Cuba y defienden la política estadounidense de bloqueo a la isla como vía para propiciar una transición al capitalismo.
Robaina subrayó que La Habana se ha esforzado siempre por mantener los vínculos lógicos y justos con aquellos cubanos que, residiendo en el exterior, respetan a su país y rechazan todo tipo de medidas punitivas contra su país.
Según el canciller cubano las versiones sobre "una gran debate cubano" sólo demuestran que "algunos personajes están tan desesperados por legitimarse que terminan pagando para ver si pueden cumplir sus sueños de aparentar dialogar con el gobierno cubano, aunque sea por televisión". (FIN/IPS/da/jc/ip/96