CUBA: Peso gana terreno al dólar en casas de cambio

El dólar, que llegó en Cuba a cotizarse a 140 pesos en el verano de 1994, bajó esta semana de los 24 pesos en que estaba estabilizado desde hace algunos meses y comenzó a comprarse a 21 pesos y a venderse a 23 en las casas de cambio habilitadas a lo largo de la isla.

Con este descenso se pretende asestar un golpe al mercado ilegal de divisas.

Aunque son instituciones de capital privado, las primeras casas de cambio abiertas en Cuba en el último año después de 30 años de prohibición, responden a las prioridades gubernamentales y en nada contradicen la paridad oficial del dólar y el peso cubano.

"En cuanto el Estado bajó, tuve que bajar yo también", dijo un cambista ilegal que todos los días se para a la entrada de un mercado agropecuario de la capital cubana a comprar y vender dólares.

El hombre se acerca a los autos, interrumpe el paso de los que se dirigen a la casa de cambio y vigila a quienes a la hora de comprar se les termina el dinero cubano. La clave del éxito está en que la persona llegue primero a él que a la casa de cambio.

"De sólo mirar los rostros se quién tiene y quién no tiene dólares. Lo demás es hacer la oferta y estar ahí cuando me necesitan", dijo el joven de 28 años, que se negó a dar su nombre.

El anuncio de la nueva cotización tuvo su impacto inmediato entre los cambistas ilegales que en un inicio trataron de aprovechar el desconocimiento de la población y, después continuaron su táctica de "estar en todas partes".

El gobierno cubano legalizó el dólar estadounidense en el verano de 1993 como parte de una serie de medidas para buscar una salida a la crisis económica iniciada en 1990.

Para ese entonces la oferta de bienes en moneda nacional era casi nula, los cubanos acumulaban buena parte de su salario sin saber qué hacer con el dinero y sólo en el mercado subterráneo era posible conseguir algunos productos a muy altos precios.

El dólar llegó a reinar en la vida de los cubanos, que se dedicaban a inventar todo tipo de artimañas para acceder a las tiendas que atendían sólo a extranjeros y vendían bienes en moneda convertible.

La legalización de la tenencia de dólares se limitó a aceptar lo impuesto por la vida. El cambio, sin embargo, continuó en la ilegalidad hasta octubre del pasado año cuando, sin previo aviso, apareció la primera casa de cambios en La Habana.

Abiertas en un inicio en forma "experimental" por CADECA S.A., estas instituciones suman ya 23, dos más abrirán sus puertas en breve, y según el proyecto original se contempla la apertura de hasta 200 en toda la isla.

"En la medida que bajan los tipos de cambio se estrecha el margen para las operaciones marginales y, por consiguiente, el nuevo cambio contribuye a eliminar a los cambistas ilegales", dijo Manuel Vale, presidente de la sociedad anónima.

Observadores locales estiman que, aunque no se reconozca, en la decisión de los ejecutivos de CADECA S.A. pueden verse los efectos del proceso de desmonetización de la economía cubana, ocasionado por el programa de saneamiento financiero en curso.

"No tengo dólares y tampoco tengo pesos para comprarlos", dijo Miriam López, maestra de una escuela primaria en La Habana, que vive de un salario de 180 pesos mensuales.

Aunque el exceso de liquidez supera casi tres veces el nivel permisible en las condiciones de la isla, fuentes especializadas y oficiales reconocen que hay una clara tendencia hacia una fuerte concentración monetaria.

El vicepresidente cubano Carlos Lage informó, el 23 de julio, que en el primer semestre de este año la liquidez disminuyó en 250 millones de pesos, los salarios ascendieron siete por ciento y se reportaron aumentos en las ventas en pesos y en divisas por encima del 30 por cineto.

"En dos años el peso, la moneda nacional, se ha fortalecido seis veces", dijo Lage, quien catalogó de positivo el proceso de revalorización del peso cubano que en un año disminuyó de 35 por dólar a 23.

Expertos de la esfera bancaria aseguran que en el nuevo esquema bancario, CADECA S.A. será la encargada de realizar los canjes en divisa que se realicen en el país y que, en un futuro, podrán incluir el cambio obligatorio de las divisas extranjeras por el llamado peso convertible.

Las casas de cambio forman parte de una amplia reforma bancaria que incluye un proceso de modernización, reajuste y cambios estructurales con el fin de adaptar el sistema financiero a la apertura externa de la economía cubana.

"Nos sentimos dueños del mercado cambiario", dijo el ejecutivo de CADECA S.A. y aseguró, que a pesar de la competencia ilegal, esa entidad mantiene "una salud financiera respetable" y "operaciones de millones de dólares". (FIN/IPS/da/jc/if/96

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