El ultimátum dado por el gobierno de Estados Unidos a la empresa mexicana Domos para que anule sus negocios en Cuba pone en peligro una inversión de 706 millones de dólares en la red nacional telefónica del país caribeño.
En aplicación de la ley Helms-Burton, que endurece el bloqueo a Cuba, el Departamento de Estado de Estados Unidos puso plazo de 45 días antes de cerrar sus fronteras a los ejecutivos de la empresa mexicana.
Además de la inversión de Domos, la firma telefónica nacional cubana cuenta con otra inversión extranjera por 291 millones de dólares de la firma italiana Stet, que también podría ser objeto de las sanciones estadounidenses.
Hector Cuéllar, vocero de Domos, dijo a la prensa que aún no se recibió notificación formal del gobierno de Estados Unidos tras el anuncio formulado este lunes, y se negó a formular declaraciones al respecto.
Cuéllar criticó un artículo publicado en el diario The Wall Street Journal sobre las sanciones y los supuestos problemas de liquidez de la firma mexicana para financiar su inversión y descartó que exista falta de opciones para continuar con el proyecto, en que Domos posee 37 por ciento del capital.
En junio de 1994, cuando la empresa mexicana inició su participación en la telefonía cubana, operaba 400 llamadas diarias de larga distancia, mientras que en la actualidad mueve 60.000 llamadas diarias, afirmó.
"Estas comunicaciones no existían en forma directa entre Estados Unidos y Cuba, pero desde octubre de 1994 el Departamento de Estado y la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos autorizaron reanudarlas", añadió.
El portavoz del Departamento de Estado, Glyn Davies, advirtió que la prohibición de ingresar a Estados Unidos incluye no sólo a los ejecutivos de Domos sino también a sus familiares directos.
El 9 de julio el gobierno de Estados Unidos envió cartas similares a accionistas y ejecutivos de la compañía canadiense Sherrit International, con minas de cobalto y níquel en Cuba.
Clinton designó el viernes a Stuard Eizenstat representante especial ante gobiernos que podrían ser afectados por la aplicación de la ley Helms-Burton y dijo que su misión consiste en invitar en los próximos seis meses a sus aliados "a adoptar medidas concretas para promover la democracia en Cuba".
La ley estadounidense fue condenada, por su carácter extraterritorial, por Canadá y México -miembros con Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte-, y los países miembros de la Unión Europea.
El vicepresidente de Cuba, Carlos Lage, declaró este lunes en La Habana que la ley Helms-Burton "tendrá que ser retirada, congelada, o será burlada" y aseguró que el bloqueo de Estados Unidos no hará retroceder la incipiente recuperación de la economía cubana.
"El tiempo, además de la razón, están de nuestra parte", afirmó Lage, y puso como ejemplo la creación de 25 nuevas empresas mixtas con inversión extranjera tras la promulgación de la ley Helms-Burton el 12 de marzo.
El vicepresidente cubano informó que el gobierno del país caribeño sigue negociando con empresarios extranjeros otros 143 proyectos para asociaciones en distintas ramas de la economía.
Estas iniciativas se suman a las 240 firmas del mismo tipo con capitales de 43 países ya asentadas en Cuba, con un volumen de inversión contratado de 2.100 millones de dólares.
Lage calificó de temporales los daños provocados a Cuba por la ley estadounidense y sostuvo que el endurecimiento del bloqueo impulsó a buscar mayor dinamismo en la economía local a partir de potencialidades internas.
Durante el primer semestre de este año el producto interno bruto cubano creció 9,6 por ciento respecto del mismo lapso de 1994. (FIN/IPS/emv/ag/ip-if/96