Sin alcanzar niveles de epidemia, las enfermedades de trasmisión sexual (ETS) experimentan rápidos crecimientos en Cuba, con marcada incidencia en los jóvenes.
Algunos especialistas catalogan como una contradicción la alta incorporación de los adolescentes al estudio y el desconocimiento que éstos manifiestan sobre el sexo y la reproducción.
Según afirmó al semanario Juventud Rebelde la investigadora Lourdes Garcia, del Instituto Nacional de Higiene y Epidemiología, a pesar de la elevada escolarización, la liberalidad, la igualdad entre los sexos, en Cuba existe una notable ignorancia sobre cuestiones básicas de sexualidad.
En 1995 la tasa de escolarización en adolescentes entre 12 y 14 años fue de 90,9 por ciento, según indica la Oficina Nacional de Estadísticas.
Las investigaciones arrojan que los adolescentes de la isla, con una población de 11 millones de habitantes, como muchos otros en el mundo, empiezan temprano sus relaciones sexuales sin conocimientos que les sirvan como armas para llevar adelante una vida plena.
Ya en 1992 la cifra de cubanos de 18 años con experiencia sexual era de 88 por ciento, mientras Europa se mantenía en 50 por ciento.
Según el Anuario Demográfico de Cuba de 1994 la población entre 10 y 29 años de la isla ascendía a 3.868 461 habitantes, discriminados entre 1.965 958 varones y 1.902 503 mujeres.
El comienzo de las relaciones sexuales en los adolescentes cubanos se produce cada vez más temprano. Actualmente los varones se inician a los 12 años y las hembras a los 13.
"En mis tiempos empezábamos un poco más tarde, sobre los 15, ahora todo transcurre mucho más rápido", dice Reynaldo González, un habanero de 40 años.
De acuerdo con un estudio realizado en estudiantes entre 12 y 19 años de la capital del país, 48 por ciento de los encuestados ya había experimentado contactos coitales y sólo 44 afirmó haber usado el condón como método de protección.
La investigación reveló en el grupo de 12 a 15 años, que coincide con la enseñanza secundaria, la presencia de padecimientos adquiridos por vía sexual, entre ellos cándida (monilia), trichomonas, herpes genital y algunos casos de blenorragia.
En el grupo entre 15 y 19 años, estudiantes preuniversitarios, se apreciaron además el condiloma y la sífilis, que junto con la blenorragia predomina también en los de la educación politécnica.
El sondeo, realizado por Alba Cortés, del Instituto de Higiene y Epidemiología, permite asegurar que los conocimientos sobre las ETS no se incrementan en la misma medida en que disminuye la edad de inicio de las relaciones sexuales.
De acuerdo con cifras del sector de la salud, La Habana registró incrementos globales en la cifras de blenorragia y sífilis en 1995, con 2.725 y 9.186 casos más respectivamente que el año anterior.
Hasta junio de 1996 en el país fueron reportados 9.714 casos de blenorragia, con una aparente disminución de 510 enfermos en comparación con 1995, aunque existe un subregistro de mujeres contagiadas asintomáticas y de pacientes que se automedican, señaló Juventud Rebelde.
Sin embargo, hasta esa fecha se registraron 3.314 casos de sífilis, 300 más que en igual etapa del año precedente, mientras que aparecieron 89 nuevos casos de sida para un acumulado nacional de 1.285 seropositivos, donde el grupo de 15 a 19 años ocupa el tercer lugar.
Estudios del Fondo de Población de Naciones Unidas (FNUAP) muestran que a nivel mundial cada año surgen 250 millones de nuevos casos de ETS, más de medio millón por día.
Una investigación nacional referida a 1.547 muchachas y 1.117 muchachos, arrojó que en 43 por ciento de los varones prevalecen criterios machistas en su conducta sexual, que puede llevarlos a contraer ETS.
Los jóvenes encuestados defienden su derecho de tener relaciones sexuales con todas las muchachas que puedan como parte de una falsa tradición de "reafirmar su condición de hombres".
Otro de los fenómenos asociados a las enfermedades de trasmisión sexual es que los jóvenes no acuden al médico al sentir los síntomas, sino que lo conversan con amistades que pueden estar tan desinformadas como ellos, aseveró al semanario Trabajadores la epidemióloga Olenia Hernández.
Según esa publicación, muchos adolescentes desconocen los riesgos que pueden acarrear las ETS, e incluso que no se adquiere ni en los baños ni a través de ropa interior sucia, sino sólo mediantes contactos coitales.
Como barrera al contagio los especialistas recomiendan el uso del condón, la selección adecuada de la pareja y evitar las relaciones sexuales con desconocidos, pero muchos jóvenes hacen exactamente lo contrario.
Una encuesta realizada entre estudiantes secundarios y preuniversitarios arrojó que los varones rechazan el empleo del preservativo alegando que disminuye la sensibilidad.
"No me gusta", "ni loco me pongo eso", "aunque digan que no es así, yo sí creo que quita sensibilidad", argumentan muchos varones, quienes descartan la valoración de los especialistas sobre una mayor seguridad para evitar contagios y embarazos no deseados.
"Ese es un gran tabú no salvado ni siquiera entre los más jóvenes", dijo a Juventud Rebelde Marta Avedrich, del Centro Nacional de Educación para la Salud.
A raíz de la aparición del sida se han realizado varias campañas de promoción del uso del condón, pero no han tenido el éxito esperado por el rechazo masculino y la escasez de preservativos.
"El enamoramiento, el flirteo y los juegos sexuales son lo adecuado para estas edades. El inicio de una relación coital temprana acrecienta significativamente riesgos como el embarazo en la adolescencia y el de contraer una ETS", señala la doctora en Ciencias Pedagógicas Alicia González.
Según González, "para contrarrestar estos peligros desde hace dos décadas el Ministerio de Educación trabaja por incorporar aspectos sobre sexualidad a sus programas de estudio, pero hasta ahora no había contado con recursos para calificar masivamente a los educadores".
Ahora, con la intervención del Estado y el apoyo del FNUAP, comenzará por vez primera la formación de metodólogos, maestros, padres y estudiantes de pedagogía en la capital cubana y en Holguín, a 771 kilómetros de La Habana.
Este programa persigue que los conocimientos sobre sexualidad lleguen a los estudiantes de secundaria por vía curricular y extracurricular mediante asignaturas impartidas en las escuelas y posteriormente a través de talleres donde puedan discutir sobre ETS, relaciones sexuales y planificación familiar. (FIN/IPS/rs/dg/he-pr/96