COREA DEL SUR: Sentencia de muerte contra ex dictador Chun Doo

El ex dictador de Corea del Sur, Chun Doo Hwan, fue sentenciado hoy a muerte por la conspiración del golpe militar de 1979, aunque analistas barajan la posibilidad de que por conveniencia política obtenga el perdón presidencial.

Chun, de 65 años, fue declarado culpable de urdir el golpe con el cual tomó el poder, cómplice de una masacre en la ciudad sureña de Kwangju en 1980, y culpable de apelar a las comisiones ilegales para acumular cientos de millones de dólares en fondos políticos secretos.

Su sucesor presidencial, Roh Tae Woo, de 64 años, fue sentenciado a 22 años y seis meses de cárcel, tras haber sido procesado por cargos similares de traición, amotinamiento y corrupción.

Los fiscales habían propuesto la sentencia a muerte para Chun y la cadena perpetua para Roh. Se estima que ambos apelarán las decisiones judiciales.

Altos empresarios de reconocidos grupos económicos recibieron sentencias a prisión de entre cuatro y 13 años, entre ellos Lee Kun He, del grupo Samsung, Kim Woo Chong, de Daewoo, y Choi Won Suk, del grupo Dong-A, procesados por comprar favores del ex dictador.

Para indignación de residentes del distrito de Kwangju, los jueces no declararon a Chun y Roh culpables de asesinato en la represión militar en que murieron más de 200 partidarios de la democracia.

Los generales del ejército Chun Doo Hwan y Roh Tae Woo llegaron al poder tras el golpe militar del 12 de diciembre de 1979, que siguió al asesinato del presidente Park Chung Hee, en octubre de ese año. Chun se mantuvo en la presidencia entre 1980 y 1987, y su sucesor tuvo las riendas del poder hasta 1993.

Poco después del golpe de 1979, la nueva junta impuso la ley marcial y detuvo a cientos de manifestantes por la democracia, y al líder opositor Kim Dae Jung.

Pero el diario japonés "Asahi Shinbu" citó a un analista político quien dijo, antes de la sentencia de este lunes, que "cualquiera sea el veredicto, se estima que el gobierno del presidente Kim Young Sam perdonará a los generales", ya que estos "aún tienen un fuerte respaldo en sus provincias natales".

Un funcionario del gobierno coreano, quien solicitó el anonimato, también fue citado este domingo, diciendo que "ambos hombres recibirían una sentencia a prisión moderada de los jueces", y añadió que "serán liberados de prisión de todos modos, tras unos pocos meses".

Analistas políticos en Tokio y Seúl argumentan que Kim Young Sam, quien deberá dejar la presidencia el año próximo, ganaría puntos políticos si demuestra clemencia, mientras se prepara para elegir un sucesor presidencial entre las filas de su Partido Nueva Corea.

Las tensiones que se acumulan en Corea del Sur tras la detención masiva de estudiantes que llaman a la reunificación con Corea del Norte harán que las autoridades tengan especialmente en cuenta el estado de ánimo del público.

La televisión coreana presentó al público en Kwangju pidiendo la venganza final por el sangriento golpe de 1980. "Sólo se hará justicia cuando Chun y Roh sean sentenciados a muerte", dijo un residente.

La decisión se tomó una semana después que la policía detuviera, en una redada en la Universidad de Yongsei, en Seúl, a más de 3.000 estudiantes que realizaban manifestaciones no autorizadas en celebración del Día de la Liberación Nacional, el 15 de agosto.

Bajo la Ley de Seguridad Nacional, los coreanos del sur no tienen permiso para demostrar públicamente en favor de principios partidarios de Corea del Norte, contactar a coreanos del norte o visitar el norte sin permiso oficial previo.

Pero más de 5.000 estudiantes pertenecientes a la Federación Nacional de Consejos Estudiantiles desafiaron la prohibición y a la policía, atrincherándose tras la puerta principal de la universidad, y la mantuvieron alejada durante nueve días arrojando bombas de gasolina y piedras.

La situación finalizó el martes pasado en un derramamiento de sangre, cuando la policía irrumpió en la universidad. Según informaciones, un periodista y un agente de seguridad murieron durante el enfrentamiento.

Muchos de los detenidos permanecen bajo custodia policial, y las autoridades se niegan a aceptar la demanda de su liberación de dos estudiantes que desde hace cinco días mantienen una huelga de hambre en la villa Panmunjom, cerca de la frontera con Corea del Norte.

"Nunca perdonaré a estudiantes violentos y radicales que se suscriben al comunismo, y castigaré a todas las fuerzas anacrónicas partidarias de Corea del Norte hasta las últimas consecuencias", dijo el presidente a los 300 directores de la universidad tras el incidente.

El comentarista político del Corea del Sur Park Kwong Sang sostiene que el gobierno pudo tomar las duras medidas "porque sabía que el público casi no respalda las protestas estudiantiles", ya que el sentimiento predominante en el sur es que Seúl no pude dar una imagen de división frente al norte, cada vez más inquieto.

Más de una vez a comienzos de este año, las tropas de Corea del Norte hicieron breves pero provocativas incursiones traspasando la zona desmilitarizada que separa a ambas naciones desde la guerra de Corea, entre 1950 y 1953.

Aisladas y amenazadas por una seria escasez de alimentos, las autoridades del Corea del Norte podrían considerar la guerra como una opción si la comunidad internacional no responde adecuadamente a sus necesidades alimenticias.

Por este motivo, el público de Corea del Sur reniega de la acción estudiantil que intentó presionar a Seúl por el tema de la reunificación. (FIN/IPS/tra-en/mk/cpg/lp/ip/96

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