La protesta que miles de campesinos cocaleros realizan en el sureño departamento colombiano de Caquetá degeneró hoy en una asonada, con un saldo de al menos dos muertos.
En Florencia, capital de ese departamento, manifestantes que intentaban tomar la plaza central se enfrentaron con la policía y prendieron fuego a un banco, la casa del alcalde, varias oficinas estatales y un vehículo del Programa Alternativo de sustitución de Cultivos (Plante).
El gobernador encargado de Caquetá, José Vanegas, el alcalde de Florencia Héctor Orozco y los integrantes de la comisión negociadora del gobierno con los campesinos fueron sitiados en sus propias oficinas.
"Se escucharon disparos de armas automáticas mientras piquetes del ejército impedían el paso de los manifestantes al parque central", dijo el corresponsal de la radioemisora Caracol (la de mayor audiencia nacional), quien calificó la situación como "incontrolable".
Por su parte, el gobernador del departamento pidió al presidente Ernesto Samper atender "inmediata y personalmente la situación".
En opinión de Samper, los conflictos en el departamento se gestaron tras la declaratoria de éste como "zona especial de orden público", medida que restringió las libertades individuales de los ciudadanos y la circulación de bienes presuntamente con destino al narcotráfico y la guerrilla.
"Como fue el presidente quien decretó a Caquetá como zona especial de orden público es él quien debe intervenir para buscar una pronta y pacífica solución al conflicto", afirmó el gobernador.
Según denuncias de organizaciones no gubernamentales defensoras de derechos humanos, al amparo de la declaratoria las Fuerzas Armadas cometieron violaciones a los derechos de los campesinos cultivadores de coca, que se convirtieron en parte en el detonante de la protesta que cumple ya su cuarta semana.
El acceso a Florencia por parte de cerca de 75.000 campesinos cocaleros que piden al gobierno un plan de desarrollo integral en lugar del actual de erradicación que realiza el Plante, es impedido por las fuerzas militares, que mantienen ocupado el único puente de entrada a la ciudad.
En un intento por cruzar el puente este jueves se registró otro enfrentamiento en el que resultó muerta una persona muerta y heridas más de 20.
La protesta de Caquetá tomó fuerza a comienzos de esta semana, luego que en el departamento de Putumayo los campesninos locales levnataron el paro que llevaban a cabo tras la firma de un convenio con el gobierno.
El acuerdo estableció el compromiso de que los campesinos erradicarán sus cultivos ilícitos y el gobierno realizará en la región programas de desarrollo económico y social.
Caquetá, Putumayo, Guaviare y Meta son los departamentos que concentran los mayores cultivos de coca en el país.
El alcalde de Florencia decretó este viernes la ley seca y restringió el tránsito de automotores y motocicletas pero dejó en suspenso el establecimiento del toque de queda por las dificulades que significa la presencia masiva de los manifestantes que han llegado a la ciudad. (FIN/IPS/yf/dg/ip/96