El ex canciller Augusto Ramírez manifestó hoy optimismo ante la posibilidad de la apertura del diálogo entre el gobierno y la guerrilla de Colombia, tras entregar al presidente Ernesto Samper una carta recibida de un líder insurgente.
Ramírez, quien encabezó la comisión de la Organización de Naciones Unidas para la negociación de paz de El Salvador, dijo que Samper le prometió el viernes estudiar los puntos expuestos por el remitente de la carta, Manuel Marulanda, de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
"Percibo que hay voluntad de paz de la guerrilla", que parece proclive "a estudiar una solución política negociada" y el presidente expresa igual disposición, dijo el ex canciller.
Marulanda, jefe de la organización guerrillera más antigua de América Latina, fija en su carta a Ramírez nuevas condiciones para una eventual negociación con el gobierno, tras los frustrados intentos de diálogo del año pasado.
En el mensaje, del que sólo se conocen algunos párrafos, Marulanda propone una reforma de la constitución para mejorar la participación social y reitera la voluntad de las FARC de "buscar una salida política al conflicto social y armado'.
Pero el líder guerillero insiste en señalar como condición para el diálogo la retirada del ejército de cuatro municipios de la la selvática región de La Uribe, localizada en en centro-oeste del país. Esa exigencia entorpeció las tentativas de acercamiento del último año.
La Uribe fue durante décadas sede del comando central de las FARC, hasta que en diciembre de 1990 cayó en poder del ejército, después de varios días de combate.
La carta de Marulanda altera la posición mantenida por las FARC ante la crisis institucional provocada por la denunciada infiltración del narcotráfico en la campaña electoral de 1994. Los guerrilleros habían advertido que no dialogarían con el "corrupto" gobierno de Samper.
Marulanda sugirió que el gobierno debe considerar experiencias de diálogo de paz en otros países, en las que participó Ramírez y también, crear un ambiente propicio para las negociaciones y "derogar los decretos represivos contra el pueblo". (FIN/IPS/yf/ff/ip/96