Las acciones de grupos ecologistas para impedir que la transnacional estadounidense Trillium explote valiosos bosques nativos en el extremo austral de Chile entrarán en una fase decisiva en las próximas semanas.
La Alianza por los Bosques de Chile anunció esta semana una campaña internacional, sobre todo en Estados Unidos, contra el proyecto de Trillium de elaborar astillas (chips) con bosques de lenga en Tierra del Fuego, unos 2.500 kilómetros al sur de Santiago.
La transnacional adquirió una concesión sobre 250.000 hectáreas de bosques de lenga, una valiosa especie forestal autóctona, de las cuales explotará 100.000 dentro de un denominado "plan de manejo" del bosque.
Los ambientalistas sostienen que no existe tal manejo y que la conversión de los centenarios árboles en astillas no sólo acarreará el exterminio del bosque, sino que además alterará el frágil ecosistema de Tierra del Fuego.
La Alianza por los Bosques se sumó esta semana a un recurso de protección contra la gubernamental Comisión Regional de Medio Ambiente (Corema) de Magallanes, presentado por los diputados oficialistas Guido Girardi y Alejandro Navarro.
La Corema de Magallanes autorizó el proyecto de Trillium, en una decisión motivada al parecer por presiones políticas, pese a que los informes técnicos preliminares advirtieron el negativo impacto ambiental de la masiva explotación de la lenga.
La Corte de Apelaciones de Punta Arenas, capital de la región magallánica, rechazó el mes pasado el recurso de los dos parlamentarios, quienes lo elevaron entonces a la Corte Suprema, que deberá fallar en los próximos meses.
Nicolo Gligo, experto de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y dirigente de la alianza, advirtió el miércoles último que "no vamos a permitir la pérdida de nuestro patrimonio natural, ya que el gobierno cayó en el juego de la empresa".
La gobernadora de la provincia de Tierra del Fuego, Silvia Vera, así como otras autoridades locales han manifestado su apoyo al proyecto de Trillium, anteponiendo a las consideraciones ambientales los 150 empleos que creará la empresa.
Los ecologistas chilenos buscan crear en los propios Estados Unidos una corriente de rechazo a la explotación como astillas de la lenga, cuya madera es altamente apreciada para la fabricación de muebles.
Chile, según la Alianza, es el único país forestal que permite que sus bosques autóctonos sean convertidos en astillas mediante explotación primaria, en lugar de prodicir los "chips" con desechos de la actividad maderera, como en Estados Unidos, Canadá y Sudáfrica.
El estadounidense Robert Manne, presidente de Bayside, la compañía matriz de Trillium, viajó a Chile esta semana con el propósito de contrarrestar la campaña de los ambientalistas.
Manne aseguró el jueves que la explotación de las 100.000 hectáreas de lenga no afectará la biodiversidad y sostuvo que los ecologistas chilenos "no saben nada de los bosques ni de Tierra del Fuego". (FIN/IPS/ggr/dg/en/96