Unos 300 estudiantes de Camerún en el extranjero aguardan medidas para su repatriación, después que el gobierno anunciara la falta de fondos para pagar el pasaje de regreso de los becados.
Muchas familias buscan la forma de reunir el dinero para que sus hijos vuelvan a casa, tras el anuncio del Ministerio de Educación Superior, ante una sorprendida comisión de becas, de la falta de fondos para costear el viaje de retorno de los estudiantes que finalizaron sus cursos.
Según el ministerio, el gobierno había asignado unos 20 millones de dólares para pagar gastos retrasados y matrículas de más de 1.600 estudiantes en el periódo 1995-96, pero sólo entregó un cuarto de la cantidad.
Como resultado, se decidió reducir a 804 el número de beneficiarios de becas en el año académico 1996-97. Pero incluso ese número fue recortado antes de la finalización de la reunión de la comisión.
De las 1.768 solicitudes de renovación de becas consideradas, sólo 507 fueron aceptadas, 356 de ellas con condiciones, y no se mencionó que será de los estudiantes que no han finalizado sus estudios.
El ministerio no se refirió a ninguna medida para solucionar la situación, aunque recomendó la creación de un fondo especial para repatriar a los estudiantes.
Pocos meses atrás, el quincenario "Le Messager", informó que, tras varios meses sin recibir fondos, estudiantes con becas del gobierno en Europa, especialmente en Alemania, habían recurrido a la prostitución y trabajos en pésimas condiciones.
La publicación sostuvo que, en muchos países, estudiantes de Camerún que no podían pagar la renta estaban siendo desalojados de sus viviendas, mientras otros enfrentaban juicios, y muchos se veían obligados a vivir juntos, a veces hasta cinco en una misma habitación.
Mientras, en Yaoundé, las autoridades negaron la información, alegando que algunos estudiantes que habían finalizado sus estudios se negaban a regresar, y sostuvieron que los billetes de avión estaban disponibles en embajadas y consulados, y en algunos casos los estudiantes los habían retirado y simplemente desaparecido.
Fuentes del Ministerio de Educación Superior admitieron que el año académico 1995-96 fue "difícil", y que se habían registrado manifestaciones estudiantiles de protesta en consulados y embajadas, en algunos casos dispersadas por la policía.
El anuncio de la incapacidad del gobierno para ocuparse del regreso de los estudiantes alarmó a muchos.
"No puedo comprender en qué país nos encontramos", dijo un funcionario del Ministerio de Comunicación, y recordó que en junio, cuando se presentó el presupuesto 1996-97, el primer ministro exaltó en el parlamento la recuperación de la economía.
"El mes pasado gastamos miles de dólares para recibir a los jefes de Estado y gobierno en la cumbre de la Organización de la Unidad Africana. Y ahora no podemos pagar el retorno de 300 estudiantes, en cuya capacitación invertimos largas sumas. Es una vergüenza que ni siguiera conozcamos nuestras prioridades", agregó el funcionario. (FIN/IPS/tra-en/tm/kb/lp/ip/96