Una epidemia de cólera en el norte de Camerún, la segunda en menos de seis meses en el país centroafricano, mató al menos a 141 personas en los últimos tres meses, informó el Ministerio de Salud Pública en esta capital.
Otras 2.100 personas han sido infectadas con la enfermedad desde su estallido en mayo en dos departamentos del norte, agregó un comunicado del ministro de Salud Pública, Joseph Owona.
El primer brote de cólera de este año afectó a comunidades en el otro extremo del país. En abril y mayo, 300 personas se infectaron en el suroeste, y 20 de ellas murieron.
El cólera es una infección intestinal aguda, muy contagiosa, producida por el vibrión colérico. Se manifiesta con vómitos y una intensa diarrea, causantes de una importante deshidratación que determina su gravedad. La prevención se basa en la higiene y la quimioprofilaxis en las regiones endémicas.
La actual epidemia está confinada a ciertas villas en el norte. No obstante, dada la facilidad con que el virus se expande y el frecuente movimiento de personas entre las comunidades de Camerún, los 1,6 millones de habitantes de ambos departamentos del norte corren riesgos, dijo a IPS una fuente que visitó el área.
Según el subdirector de Atención Primaria de la Salud, Ncharre Choubau, el primer caso se detectó en mayo en la frontera, en Kousseri, cuando un brote de cólera afectaba a Chad al otro lado del río.
Luego se propagó a las comunidades asentadas a lo largo del río y otros cursos de agua conectados con él, dijo Choubau, y añadió que el comienzo de la estación lluviosa que aumentó el caudal de ríos y arroyos favoreció su extensión. Los distritos del norte son los menos desarrollados de Camerún.
Desde el comienzo de la epidemia, autoridades de la salud han conducido una campaña informativa entre los residentes del área, en general criadores de ganado, agricultores, pescadores y comerciantes.
La campaña adoptó la forma de mensajes en los medios urgiendo a la gente a no comer alimentos sin cocinar, a beber agua sólo de canillas y manantiales, usar letrinas y lavarse las manos despúes de utilizarlas y antes de comer, y lavar las frutas con agua mezcladas con desinfectantes.
Un comité anticólera integrado por representantes de varios ministerios se ocupa de las medidas de emergencia, mientras el ministerio de Salud Pública despachó medicinas y un equipo de epidemiólogos a las áreas afectadas.
Una solicitud de asistencia internacional, lanzada por Owona, ya recibió de la agencia de cooperación francesa una donación de medicinas por unos 8.500 dólares, y respaldo técnico y financiero de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Entre el 19 y 23 de agosto la agencia de la ONU realizó un seminario sobre la lucha contra el cólera para autoridades de salud de distrito.
La Unión Europea y la organización internacional Médicos Sin Fronteras, que también colabora en la lucha de Chad contra la epidemia, entregaron drogas y desinfectantes para utilizar en la purificación de los cursos de agua.
Según Chaubau, la epidemia parece estar bajo control, aunque admitió que carece de nuevas cifras desde las últimas estadísticas, divulgadas el 19 de agosto. (FIN/IPS/tra-en/no/kb/lp/he/96
