Burundi podría sufrir masacres genocidas similares a las que ocurrieron en el vecino Ruanda hace dos años, a menos que reciba ayuda internacional, advirtió el secretario general de la ONU, Boutros Boutros-Ghali.
En un informe escrito dirigido al Consejo de Seguridad de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), el secretario general opina que el mundo "debe admitir la posibilidad de que lo peor llegue a ocurrir en Burundi, incluso un nuevo genocidio".
"La intervención militar para salvar vidas podría convertirse en un imperativo inexcusable", añade Boutros-Ghali.
El alto funcionario exhorta a los Estados miembros a apoyar los esfuerzos de la ONU para organizar una fuerza, si fuera posible de hasta 50.000 soldados, que debería ser desplegada en Burundi si se agravaran las tensiones entre la dictadura militar dominada por los tutsis y los grupos rebeldes de la mayoría hutu.
Esa propuesta no recibió, en los sondeos previos de la ONU, más que un débil apoyo de los Estados miembros. De unos 80 países a los que les fue pedido su apoyo para una posible misión de paz, sólo tres -los africanos Chad, Malawi y Zambia- han ofrecido el envío de tropas, según señala el informe del secretario general.
Otros tres estados africanos -Tanzania, Etiopía y Uganda- están dispuestos a enviar tropas para integrar una fuerza africana de intervención respaldada en recientes decisiones de la Organización de la Unidad Africana.
El subsecretario general de la ONU, Kofi Annan, dijo sin embargo, al comentar la decisión africana, que "una fuerza voluntaria no es fácil de reunir con rapidez", añadiendo que es necesaria una acción veloz, "antes que todo nos explote en la cara".
Ningún país occidental se ha ofrecido para conducir la operación, según señalaron funcionarios de la ONU, que entienden esencial esa conducción para el éxito de la misión.
En vista de las características del terreno en Burundi, y su ubicación mediterránea, Boutros-Ghali insistió en que será necesario un gran apoyo logístico y de transportes.
El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, en medio del proceso electoral que terminará en noviembre, muestra cierta ambivalencia ante la perspectiva de enviar tropas a una misión de la ONU en la actualidad.
Francia, que ha sido aliado de Burundi largos años, también se ha resistido a asumir la conducción de una fuerza de paz, pese a que fueron tropas francesas las que protegieron el suroeste de Ruanda durante las masacres de 1994. (FIN/IPS/tra-en/fah/pz/arl/ip/96