El gobierno de Brasil dio un primer paso importante para reducir el "costo país", al lograr la aprobación parcial en la Cámara de Diputados de un proyecto que exime a las exportaciones del impuesto sobre circulación de mercancías.
La propuesta fue aprobada en la noche el martes por 303 votos a favor y 70 en contra, tras prolongadas negociaciones con los gobiernos de los estados, que temen perder ingresos con el tributo que dejarán de cobrar.
El proyecto se votará ahora en el Senado, probablemente dentro de dos semanas. La ley tendrá vigencia 30 días después de la sanción presidencial, dijo el ministro de Planificación, Antonio Kandir, autor de la propuesta que presentó como diputado, antes de asumir el cargo en el gabinete ejecutivo.
La exención se aplica a los productos agrícolas y semielaborados. También beneficiará la adquisición de bienes de capital nacionales o importados e insumos industriales, como forma de abaratar y estimular la producción.
Con la medida, Kandir estima que el costo de los productos exportados se reducirá de cinco a 20 por ciento. Otros técnicos del gobierno consideran que equivaldrá a una devaluación cambiaria, permitiendo un aumento de 6,9 por ciento en las exportaciones globales del país.
Los productores de soja y sus derivados, el principal rubro agrícola, obtendrán ingresos adicionales de mil millones de dólares, calculó el presidente de la Asociación Brasileña de Aceites Vegetales, César Borges.
El café en grano exportado dejará de pagar 13 por ciento del impuesto de circulación, lo que representa cerca de 260 millones de dólares, según los exportadores.
Los defensores de la medida, como el ex ministro de Hacienda Delfim Netto, hoy diputado, hace mucho argumentaban que Brasil es el único país que "exporta impuestos", gravando las exportaciones de forma idéntica a los productos vendidos internamente.
El proyecto enfrentó la resistencia de los gobiernos de los estados, que tienen en el tributo su principal fuente de ingresos. Para superar su oposición, el ministro Kandir negoció un mecanismo de compensación, en caso de confirmarse las pérdidas tributarias.
El año próximo, el gobierno central destinará 3.600 millones de reales (igual a dólares) para mantener los ingresos de los estados, elevando esa suma a 4.400 millones en 1998. Pero las autoridades confían en que el aumento de las exportaciones y el crecimiento económico limitará la necesidad de la compensación.
Expertos en cuestiones fiscales temen sin embargo que la medida agrave el déficit público, considerado la mayor amenaza a la estabilidad económica del país, ya que habrá una renuncia a ingresos y el gobierno central ampliará su ayuda a los estados severamente endeudados. (FIN/IPS/mo/ag/if/96
