El déficit de las cuentas corrientes con el exterior de Brasil representará este año 2,8 por ciento del producto interno bruto, pero el país podrá financiarlo, sostuvo hoy el ministro de Hacienda Pedro Malán.
En un discurso ante el 14 Encuentro Latinoamericano de la Sociedad de Econometría, iniciado este martes en Rio de Janeiro, Malan previó un ingreso de 7.000 a 8.000 millones de dólares en capital externo, suficiente para financiar 40 por ciento del déficit.
En términos absolutos, el Banco Central estima que Brasil concluirá este año con transacciones corrientes negativas en 19.000 millones de dólares, contra 17.600 millones en 1995. Ello incluye una previsión de 2.000 millones de dólares de déficit comercial.
Malán destacó que la situación brasileña es muy distinta a la que provocó la crisis mexicana en diciembre de 1994.
México presentaba un saldo negativo en sus cuentas corrientes equivalente al ocho por ciento del PIB, con tendencia al aumento, además de un déficit comercial de 18.500 millones de dólares.
El ministro defendió como positiva la existencia de un pequeño déficit en las cuentas corrientes y un pequeño superávit comercial, ya que Brasil pretende ser "importador de capital".
Las cuentas externas de este año son presionadas por una concentración de pagos del servicio de la deuda, que superarían los 25.000 millones de dólares, la mitad en intereses y la otra mitad en amortización del principal, según estimaciones del Banco Central.
Pero al contrario de la crisis de la deuda en la década pasada, la mayor parte de las acreencias provienen del sector privado, que en los últimos años captó muchos recursos externos, para escapar a los elevadísimos intereses internos, que superan 30 por ciento al año.
Bancos, industria e incluso la agricultura y la construcción buscan financiarse en el exterior, ya que allí obtienen tasas de interés inferiores a diez por ciento.
Malán trató de contrarrestar en su discurso pronunciado ante influyentes economistas de todo el mundo, opiniones del liberal Robert Barro, de la Universidad de Harvard divulgadas este viernes por el diario local Gazeta Mercantil.
"El Plan Real (de estabilización económica, iniciado en 1994) partió de buenas ideas, pero no es suficientemente serio", declaró Barro, pronosticando que Brasil retornará a altos niveles de inflación a causa de problemas fiscales no resueltos.
"Nadie tiene el monopolio de la verdad y de la seriedad", replicó Malán, reconociendo en cambio que en Brasil hay grandes carencias, como por ejemplo el bajo nivel de escolaridad.
Promedialmente, los trabajadores han cursdado únicamente cuatro años de enseñanza, lo cual es "una vergüenza", destacó. (FIN/IPS/mo/dg/if/96
