Las elecciones del 14 de septiembre en Bosnia-Herzegovina tienen por objetivo que el gobierno se base en la voluntad popular. El resultado depende de de las fuerzas políticas locales, pero la responsabilidad corresponde, fundamentalmente, a la comunidad internacional.
Este hecho es bueno y justificado. Es bueno pues, de otro modo, las elecciones serían una farsa. Y se justifica porque la comunidad internacional estableció condiciones para la paz, normas electorales y la fecha en que la ciudadanía concurrirá a las urnas.
También observará todo el proceso electoral, a través de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y su Comisión Provisional Electoral (PEC). La tarea es extremadamente difícil, pero solo la comunidad internacional tiene el poder y la capacidad requeridos para llevarla a cabo.
Tres puntos del acuerdo de paz de Dayton disponen los parámetros de la elección:.
– – La República de Bosnia-Herzegovina está dividida en dos entidades políticas, la croato-musulmana Federación de Bosnia- Herzegovina y la serbobosnia Republika Srpska, que tienen ambas muchas características de estados independientes.
– – Que Bosnia-Herzegovina es un estado conformado por tres nacionalidades, cada una perteneciente, como se ha definido, a un territorio particular dentro de una de esas dos entidades, lo que convierte a cada persona en votante en solo una de las mitades del país.
– – Que en Bosnia-Herzegovina, considerada como entidad electoral, el factor de la nacionalidad es predominante en la organización del estado y de su autoridad.
Estas disposiciones constitucionales se justifican, pues marcan la apertura de una discusión. Se trata de hechos de la ley y de la realidad, y determinan no sólo el carácter sino también el efecto que tendrán las elecciones.
Como resultado, los integrantes de la presidencia de Bosnia- Herzegovina serán elegidos directamente, uno de la comunidad musulmana "Bosniak", otro croata procedente del territorio de la Federación y uno tercero, serbio, de la Republika Srpska.
Pero en los votantes podrán elegir solo candidatos de sus entidades respectivas en las listas de candidatos para la Cámara de Representantes.
Este requisito implica que gran número de electores en Bosnia- Herzegovina se verán impedidos de ser candidatos, de acuerdo con lo dispuesto en Dayton. Se estima que unos 850.000 ciudadanos del país viven "exiliados", fuera de los territorios de las entidades a las que pertenecen.
Las elecciones abarcan siete niveles de gobierno: las presidencias de Bosnia-Herzegovina y de la Republika Srpska, la Cámara de Representantes de la Federación, el Parlamento Popular de la Republika Srpska, los parlamentos cantonales de la Federación y los consejos de Bosnia-Herzegovina.
En las elecciones a las presidencias, el candidato ganador será el que obtenga el mayor número de votos, mientras los cargos de los restantes niveles se llenarán por representación proporcional, sobre la base de listas partidarias y candidatos independientes.
La OSCE estimó que entre 2,8 y tres millones concurrirán efectivamente a las urnas. La suma de los electores registrados para los comicios de 1990 y aquéllos que alcanzaron la edad mínima para votar desde entonces asciende a unos 3,5 millones de ciudadanos habilitados.
Entre 1.200 y 1.500 observadores internacionales controlarán alrededor de 4.000 circuitos electorales.
Pero los principales problemas se refieren al registro de votantes, especialmente los refugiados, al derecho al sufragio secreto, sin temor ni intimidaciones, a las garantías de que el voto registrado sea efectivamente el emitido y de que el resultado refleje la voluntad de la ciudadanía.
El proceso también será objeto de especulación, manipulación e influencia del submundo político. Los partidos gobernantes tienen grandes ventajas, no solo en lo que refiere a los sentimientos religiosos y nacionales y a la frustración de mucha gente, sino también en lo financiero, propagandístico y organizativo.
Cincuenta partidos y 27.801 candidatos se registraron para la elección en todos los niveles, informó el diario Oslobodjenje, de Sarajevo. De todos ellos, 27 son candidatos independientes.
Varios partidos políticos de la Federación se registraron para competir en la elección en la Republika Srpska, pero ningún partido procedente de esa entidad comparecerá en el territorio de la Federación.
Se estima que de las elecciones emergerá una aun mayor diversidad de partidos, y establecerán, al menos, condiciones de organización mínimas requeridas para el ejercicio del poder del estado de acuerdo con los acuerdos de Dayton.
Pero solo después será posible pronosticar hasta qué punto los representantes de las tres nacionalidades están preparados para aceptar el desafío de la paz.
El comportamiento de los actuales representantes, alentados por las debilidades de los acuerdos de paz, deja poca base para el optimismo.
Pero si sus acciones están dominadas por intereses étnicos divergentes (y algunas fallas del acuerdo de Dayton dejan cierto margen para que ello suceda), una interpretación de línea dura servirá de obstáculo permanente a la reintegración.
– – – – – – – – (*) Nedjo Milicevic es Juez de la Corte Constitucional en Bosnia- Herzegovina. Este análisis proviene del Instituto de Informes sobre Guerra y Paz (IWPR) con sede en Londres. (FIN/IPS/tra- en/wr/rj/mj/ip/96