BOLIVIA: Siles Zuazo, desaparece el líder de la revolución

Hernán Siles Zuazo, dos veces presidente de Bolvia y fallecido este martes en Montevideo, comandó hace 44 años la revolución nacionalista que transformaría su país, y en 1982 encabezó la restauración del sistema democrático.

Demócrata incansable, dirigió en las calles de La Paz la insurrección contra la oligarquía minero-feudal y el ejército que la defendía. Su muerte, a los 83 años, se produjo mientras Bolivia celebraba su principal fecha: el Día de la Independencia.

Ningún historiador podría concebir la Bolivia de hoy sin la revolución del 9 de abril de 1952, que posibilitó el tránsito de una economía semifeudal a una economía estatizada, con medidas como la nacionalización de la industria minera, la reforma agraria y el voto universal.

Siles Zuazo actuó entonces como "un león en las calles", según la versión del historiador Augusto Céspedes, defendiendo el contundente triunfo electoral logrado en 1951 por Víctor Paz Estenssoro, a quien acompañaba como candidato a la vicepresidencia.

"Sin vencedores ni vencidos", declaró Siles Zuazo aquel 9 de abril, cuando triunfó la revolución, y seis días después entregaba la Presidencia a Paz Estenssoro, de regreso ese día en Bolivia después de un exilio de seis años en Argentina y Uruguay.

Siles Zuazo fundó en 1941, junto con los entonces jóvenes políticos e intelectuales Paz Estenssoro, Walter Guevara y Carlos Montenegro, el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), el partido más importante de este país, que incluso ahora controla el gobierno.

Hijo del ex presidente constitucional Hernando Siles (1926- 1930), Siles Zuazo se alistó en 1932 como voluntario, a los 19 años, para participar de la Guerra del Chaco, que Bolivia y Paraguay libraron desde ese año hasta 1935.

En 1956 llegó a la presidencia, tras ganar con 82 por ciento de los sufragios las primeras elecciones con voto universal de Bolivia, y en sus cuatro años de mandato estabilizó el sistema monetario, afectado por una fuerte inflación como producto de los desajustes producidos por la revolución.

En defensa del plan de estabilización, Siles Zuazo se declaró en huelga de hambre, siendo ya presidente, para disuadir protestas de los trabajadores.

Después de varios años de exilio por su radical oposición a los regímenes militares impuestos en Bolivia a partir de 1964, Siles Zuazo volvió a la presidencia en 1982.

Para hacerlo, debió triunfar sucesivamente en las elecciones de 1978, 1979 y 1980, para imponerse por fin sobre militares que golpe a golpe intentaban impedir la restauración democrática.

Siles Zuazo fue el artífice del retorno a la democracia, por su resistencia en la clandestinidad a los golpistas.

Pero su gestión fracasó bajo el peso de una economía destrozada por 18 años de dictaduras y de la encarnizada oposición del MNR, del que se había separado para conformar el MNR de Izquierda.

Paradojas de la historia: mientras en su primer gobierno pudo controlar una galopante inflación, en el segundo fue derrotado por la inflación, que en 1985 llegó a 24.000 por ciento anual.

Así, en 1985, cuando aún le restaba un año en el poder, aceptó una ley de reducción de su periodo de gobierno, para evitar la interrupción de un preceso democrático aún débil.

Bolivia reconoció en ese gesto un inédito acto de desprendimiento y sacrificio personal y político. No se podía esperar otra cosa de un hombre que en toda su vida tuvo una única obsesión: la democracia.

"El legado más importante del gobierno de Hernán Siles Zuazo es la defensa a ultranza del sistema democrático, el respeto escrupuloso de los derechos ciudadanos y de sus libertades", dice de ese periodo de gobierno el historiador y periodista Carlos Mesa.

Un grupo de militares, policías y civiles secuestró en 1984 a Siles Zuazo con el propósito de derrocarlo, pero la tentativa fue neutralizada en 10 horas.

Un año después, y aún en ejercicio de la Presidencia, Siles Zuazo cumplió una huelga de hambre de cuatro días, acosado por una destemplada oposición política y por sindicalistas que creían estar a las puertas de la toma del poder y pedían su renuncia.

Siles Zuazo "recibió el país, en 1982, con una gran demanda social totalmente contenida, como en una represa", señaló el legislador democristiano Benjamín Miguel, quien fue su amigo personal y ministro.

"Pero por el alto sentido democrático y de respeto a la persona humana y a las libertades públicas, el doctor Siles Zuazo no quiso tomar ninguna medida que reprimiera esa protesta y esa demanda social que era justa, aunque el país no podía responder a satisfacerla", explicó Miguel.

"Es por eso que en su periodo constitucional, por más que algunas personas hayan incluso injuriado su dignidad y perturbado su gobierno, nunca hubo un solo detenido ni se dictó el estado de sitio", agregó.

Y de hecho, los siguientes gobiernos, de Paz Estenssoro, Jaime Paz Zamora y Gonzalo Sánchez de Lozada, recurrieron a la represión y al estados de sitio para controlar la convulsión social del país más pobre de Sudamérica.

Siles Zuazo "era una persona de una gran calidad humana" y "sumamente honesto en el manejo de los fondos públicos", aseguró Miguel.

Jorge Lazarte, politólogo y amigo personal de Siles Zuazo atribuyó al ex presidente una percepción "casi religiosa de la política", a diferencia de otros grandes dirigentes de la revolución de 1952.

"Su participación en la política fue un acto de entrega. Fue el apóstol de la revolución del 52, hasta el punto de vista de entender la Presidencia y su amor a Bolivia como un acto de sacrificio. Por eso se explica que hubiera sido el único presidente de la historia en hacer dos huelgas de hambre serias", dijo Lazarte.

En 1985, después de entregar el poder a Paz Estenssoro, Siles Zuazo abandonó la vida política y se radicó en Montevideo, junto con su esposa y su hija.

Este miercoles, día de las Fuerzas Armadas de Bolivia, las columnas del Ejército le rindieron homenaje con un minuto de silencio. El gobierno declaró duelo nacional por 30 días sin suspensión de actividades y el presidente Sánchez de Lozada y el el Congreso le rindieron homenajes póstumos.

Una comitiva de legisladores viajó a Montevideo en un avión de las Fuerzas Armadas para repatriar los restos de Siles Zuazo. La aeronave regresará el jueves a La Paz, pues el gobierno uruguayo también proyectaba un homenaje al dos veces presidente boliviano.

Los restos de este luchador de la democracia serán velados en el Palacio de Gobierno de La Paz. (FIN/IPS/jcr/ff/ip/96

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