Australia, uno de los países que primero ofreció apoyo naval para controlar el embargo que dispuso la ONU sobre Iraq después la invasión sobre Kuwait, aspira ahora a que se aflojen las sanciones para restablecer los lazos comerciales.
Australia se anticipó el mes pasado al levantamiento parcial del embargo que pesaba sobre Iraq desde 1990, acordado la semana pasada en el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), al enviar una delegación comercial a Bagdad.
La decisión de la ONU allanó el último escollo que bloqueaba la implementación de la resolución 986 de la ONU, que permite a Iraq la venta de 1.000 millones de dólares en combustible cada 90 días para obtener medios de compra de mercaderías humanitarias, un acuerd acuerdo denominado "alimentos por petróleo".
Los observadores sostienen que la rapidez con la que se movió Australia para explotar el levantamiento parcial del embargo comercial contra Iraq dejó en evidencia contradicciones en la política exterior de Canberra.
Mientras la delegación de Austrade proponía negocios en Bagdad, la fragata de la Marina Real Australiana HMAS Melbourne patrullaba las aguas del Golfo con sus misiles guiados a bordo, en cumplimiento de las disposiciones de la ONU respecto del embargo.
El levantamiento del embargo fue previsto hace meses por Austrade, un órgano del gobierno de Australia dedicado a la promoción del comercio exterior.
En mayo, Austrade elaboró un informe de 13 páginas en el que alertaba a las empresas nacionales sobre las posibilidades comerciales que se presentaban en Iraq.
"Los proveedores de productos médicos y alimenticios de Australia tienen una oportunidad que durará apenas hasta principios de julio de 1996 para ganar ventaja en sus ventas al amparo de la resolución 986", según el informe.
"El gobierno de Iraq tiene gran estima por Australia y por los proveedores australianos, y somos muy competitivos en el suministro de los productos que ese país comprará", agregó.
Austrade envió una delegación de empresarios de alto nivel a Bagdad en julio para obtener una porción del mercado de 1.000 millones de dólares trimestrales que se abrió gracias al acuerdo en la ONU.
Los productores de trigo de Australia, que tendrán este año la mejor cosecha en un decenio, serán los grandes ganadores. El presidente de la Junta Triguera, Trevor Flugge, dijo tras la visita a Bagdad que su país volverá a ser uno de los grandes proveedores del cereal a Iraq.
Flugge explicó que ya se alcanzó un acuerdo para la venta de 600.000 toneladas de trigo por 120 millones de dólares. Se prevé que los envíos comenzarán en septiembre. "La calidad del trigo australiano fue decisiva en los planes de Iraq para la mejora de la calidad de la dieta de la población", sostuvo el productor.
Bagdad pretende elevar el valor nutritivo de la ración mensual entregada a cada iraquí de 1.257 kilocalorías a 2.030, explicó. Pero, además de estos planes, influyeron los 30 años de relaciones comerciales entre los dos países.
El gerente para asuntos de Medio Oriente de Austrade, Charles Jamieson, destacó la cálida recepción de la misión australiana, en especial a los representantes de la multinacional de exploración minera y petrolífera BHP, que se había ofrecido a contribuir en el desarrollo de esos sectores.
Pero el HMSA Melbourne no dejará de merodear las aguas del Golfo mientras Canberra procura oportunidades comerciales.
"El gobierno de Iraq debería tener en cuenta esta contradicción", anotó Greg Wilesmith, ex corresponsal en Medio Oriente, en su columnista del diario Sidney Morning Herald.
Wilesmith calificó las sanciones comerciales de "fraude" destinado a azuzar un levantamiento popular contra el régimen de Saddam Hussein.
Esta política no solo fracasó, sino que también "castigó al pueblo de Iraq por los pecados de su líder", sostuvo el periodista.
Por su parte, Ghassan arte, Ghassan Zarifeh, de la oficina de asuntos de Medio Oriente y el Océano Indico de Austrade, manifestó que la delegación que visitó Bagdad el mes pasado fue la más importante hacia esa región en muchos años.
"Jamieson quería ir allí y hacer contactos con importadores cualesquiera fueran los acuerdos que se alcanzaran respecto de la resolución 986 de la ONU", dijo Zarifeh a IPS.
En el año fiscal 1989-1990, el anterior a la guerra del Golfo, las exportaciones de Australia a Iraq ascendieron a 350 millones de dólares. El trigo representaba 93 por ciento de ese monto. Las importaciones desde Iraq, por su parte, alcanzaron 201.000 dólares.
Este flujo descendió debido a las sanciones. En el último año fiscal, Australia vendió a Iraq unos 33 millones de dólares en bienes. La lista de productos, según los registros de Austrade, era "confidencial", pero no incluía el trigo.
Pero las buenas cosechas de trigo en todo el mundo, incluso en Europa y América del Sur, ceñirán el mercado mundial este año, por lo cual Australia quiso adelantarse e irrumpir en Iraq. (FIN/IPS/tra-en/ks/cpg/mj/ip if dv/96