Una televisora mexicana rompió la tradición de producir "culebrones" llenos de situaciones inverosímiles y puso al aire una telenovela cuya trama evoca por primera vez realidades políticas y situaciones de corrupción.
"Nada personal" es la producción de Televisión Azteca, la segunda cadena televisiva de México, que desde la difusión de su primer capítulo arrebató a Televisa, la principal exportadora de telenovelas del país, los primeros lugares de audiencia en el horario de mayo audiencia (triple A).
"Las telenovelas irreales las inventó Televisa, cuando la gente sólo quería evasión. 'Nada personal' rompe el patrón porque se refiere a nosotros mismos y a México como seres reales de un país real", señala Antonio Serrano, uno de los directores de la nueva producción, que comenzó a ser difundida en mayo.
El argumento de la telenovela, donde también se mezclan amoríos no excentos de convencionalismos y situaciones repetitivas, aunque con escenas de mayor realismo, arranca con el asesinato de un abogado de reconocida honestidad que estaba a punto de ser nombrado procurador.
El crimen es preparado en altas esferas del poder político y la dirigencia policial ante el temor de que se descubran sus relaciones con las mafias del narcotráfico colombiano.
Al igual que sucede en la realidad, tras los asesinatos en 1994 del candidato presidencial Luis Colosio y del líder del gobernante Partido Revolucionario Institucional Francisco Ruiz Massieu, en la telenovela las pesquisas se ven rodeadas de dudosas actuaciones policiales e influjos políticos.
En el centro de la trama está la hija del asesinado, a quien las autoridades, usando a declarantes falsos y "sembrando" pruebas, acusan de narcotraficante.
Los supuestos funcionarios corruptos sostienen la tesis de que el homicidio, que en realidad habría sido producto de un error pues el blanco era la hija del candidato a procurador, se originó en un "ajuste de cuentas" entre mafias.
En algunos de los episodios el jefe de la policía, interpretado por el actor Rogelio Guerra, se reúne para discutir las estrategias que oculten a los autores del crimen con un personaje que aparece a trasluz y de espaldas, pero cuya calva y porte semejan a las del ex presidente Carlos Salinas (1988-94).
Salinas, quien se encuentra fuera de México desde hace más de 17 meses, es señalado por la oposición como el responsable de la crisis económica estallada a fines de 1994 y como el posible planificador de los asesinatos políticos.
Epigmenio Ibarra, quien ha trabajado como corresponsal de guerra en varias partes del mundo y ahora es uno de los creadores de "Nada personal", sostiene que en la producción se combinan "las alusiones a la vida real de las telenovelas venezolanas, la naturalidad de las brasileñas y la audacia temática de las colombianas".
"De México queremos presentar además de su coyuntura política sus colonias, edificios y calles reales, sin maquillajes", señala Ibarra.
Otro de los creadores de la telenovela, Carlo Payán, ex director del diario La Jornada, explica que el principal objetivo de "Nada personal" es que los mexicanos identifiquen sus problemas y se reflejen en ellos.
Ibarra y Payán cuentan que cuando fueron a visitar a los directivos de Televisión Azteca para proponer la realización de un programa de debates políticos, éstos les sugirieron crear en su lugar la trama de una telenovela donde se refleje la realidad del país, lo que finalmente sucedió.
Con una intensa promoción publicitaria, acompañada de un "videoclip" basado en un tema musical compuesto por el cantante Armando Manzanero, y el uso de otros recursos como las referencias a los asesinatos políticos, Televisión Azteca puso rápidamente en primer lugar de preferencia a su telenovela.
Igual que los investigadores de los asesinatos de 1994, los autores de la producción de moda, que próximamente se exportará a países de América Latina y Asia, tampoco saben cuándo acabará su historia.
Los episodios van siendo escritos con pocas semanas de anticipación y su duración podría extenderse más allá de los 120 capítulos previstos en vista de su éxito, indican los ejecutivos de la televisora.
Mientras tanto, en la vida real, continúan sin resolverse los crímenes de Colosio y Ruiz Massieu, las autoridades se niegan a dar mayor información sobre el avance de sus pesquisas y la oposición sostiene que los asesinatos fueron planificados en altas esferas del poder oficial. (FIN/IPS/dc/dg/cr/96)