ARGENTINA: Menem no aceptará presiones impositivas del FMI

Argentina no aceptará presiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) para equilibrar las cuentas fiscales mediante el aumento de impuestos, advirtió hoy el presidente Carlos Menem, en vísperas del arribo de dos funcionarios de la agencia multilateral.

"Vamos a dialogar y negociar, pero no vamos a aceptar ningún tipo de presiones y mucho menos aumentar impuestos", aseguró Menem un día antes de la llegada a Buenos Aires de Vito Tanzi y Tomás Raichman, dos expertos en cuestiones tributarias del FMI.

La visita de Tanzi y Raichman se adelanta a la misión oficial del FMI, que llegará el día 20 para renegociar el último acuerdo con el gobierno argentino y revisar las metas fiscales.

Argentina tuvo en el primer semestre de este año un déficit fiscal de 2.500 millones de dólares, 1.000 millones más de lo pactado con el FMI.

Tanzi y Raichman creen que el déficit fiscal argentino tiene su explicación en la baja presión tributaria y en una inadecuada distribución de la carga impositiva.

También la oposición política critica la estructura tributaria, y pide menos impuestos al consumo y a la producción y más a los bienes personsales.

Pero el FMI no cuestiona los gravámenes al consumo, pues a fines de 1995 advirtió al gobierno argentino que no debía reducir el impuesto al valor agregado (IVA).

El IVA, la principal fuente de ingresos del tesoro argentino, es pagado por todos los consumidores. En cambio, la recaudación del impuesto a las ganancias, aplicado a las empresas y a los particulares de altos ingresos, equivale sólo a dos por ciento del producto interno bruto.

El economista estadounidense John Kenneth Galbraith, en una entrevista publicada el domingo en un matutino de Buenos Aires, dijo que una de las cosas que más le impresionaron cuando visitó Argentina fue "la injusticia del sistema tributario".

"En América Latina, la principal debilidad reside en el sector tributario. No hay economía de bienestar social sin un sistema impositivo firme, y los impuestos progresivos son la respuesta civilizada a la desigualdad de ingresos en el mercado", afirmó Galbraith.

Pero Menem rechazó este martes las críticas al sistema impositivo y concentró el problema en la evasión. "No creo que el sistema sea regresivo, o que las cargas estén mal repartidas. El sistema es perfectible, pero siempre que se cobren los impuestos".

El presidente aseguró que en Argentina el "fraude fiscal es permanente". Calculó en 40 por ciento la evasión y luego dijo que de 40.000 millones de dólares que se deberían recaudar, el Estado solo percibe 20.000 millones. "Es una verdadera corrupción", criticó.

Menem también se había referido a los problemas de la recaudación tributaria al proceder al relevo de Domingo Cavallo por Roque Fernández en el Ministerio de Economía.

En esa ocasión dijo que la prioridad del flamante ministro debería ser recaudar mejor los impuestos que existen y no crear nuevos ni aumentar alícuotas.

Algunos observadores consideran que el problema de la evasión se explica por la caída de la actividad provocada por la crisis mexicana, pero otros creen que se trata de un problema político: "No hay voluntad para cobrar impuestos a grandes evasores, que deberían ser grandes contribuyentes", dicen.

Menem manifestó confianza en la promulgación de una reforma a la ley penal tributaria, que permitirá a la justicia encarcelar a los evasores. En Argentina, los delitos de evasión fiscal son excarcelables, aún en el caso de grandes defraudaciones. (FIN/IPS/mv/ff/if/96

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