ARGENTINA: Graves incidentes con heridos entre sindicalistas

Un tiroteo que dejó al menos cinco heridos se produjo hoy dentro del predio donde se celebraba una de la Confederación General del Trabajo (CGT) de Argentina, para convocar un paro de 36 horas contra el ajuste fiscal adoptado por el gobierno del presidente Carlos Menem.

Los disparos provenían de armas portadas por grupos apostados dentro del predio deportivo del sindicato de comercio, al que estaban llegando los dirigentes para celebrar la reunión, que debió ser suspendida de inmediato.

"Rechazamos cualquier tipo de violencia, buscan dejar a la CGT como una patota", acusó el secretario general de la CGT, Gerardo Martínez, aunque sin señalar a ningún sector específico.

La CGT está identificada con el gobernante Partido Justicialista, pero desde hace dos meses la alianza con el gobierno comenzó a erosionarse y ahora los dirigentes sindicales se ubican entre los sectores que critican el modelo económico.

Los atacantes, vinculados por los atacados a la cúpula de la CGT, apuntaron contra los manifestantes del sindicato de camioneros que estaban apostados en la puerta a la espera de una definición sobre la medida de fuerza a adoptar.

"No hubo ningún incidente, estabamos llegando y nos repelieron a balazos", explicó el camionero Hugo Pistone, quien acusó al el sindicato de la construcción, que lidera Martínez, de haber premeditado la acción violenta.

Los camioneros integran el Movimiento de Trabajadores Argentinos, una agrupación que rechaza la estrategia dialoguista de la CGT y propone realizar este mismo mes un paro general de 48 horas con movilización y ollas populares.

La CGT y el MTA, junto con otra central sindical escindida de la CGT -el Congreso de los Trabajadores Argentinos-, llevaron a cabo una huelga general el día 8 contra el modelo económico gubernamental y el alto desempleo, que tuvo alta adhesión.

El propio gobierno admitió que fue la más contundente demostración contra la gestión de Menem, quien ya lleva siete años en la presidencia. No obstante, el mandatario aseguró que una nueva huelga no logrará cambiar el rumbo económico.

Para diferenciarse de la CGT, durante el paro del día 8 el MTA previó instalar ollas populares en las principales plazas públicas de la capital argentina y fueron reprimidos por la policía, por órden del Ministerio del Interior.

Tras el nuevo plan de ajuste, lanzado el día 12 por el ministro de Economía, Roque Fernández, para paliar el déficit fiscal, la CGT anunció que realizará un nuevo paro general, esta vez de 36 horas y con movlización.

El MTA está de acuerdo, pero quiere una paralización de dos días, que se realice este mes y no en septiembre, y sea con ollas populares, pese a que el gobierno advirtió que volverá a impedir su instalación en paseos públicos.

Poco antes de ingresar a la reunión, Martínez había anticipado que el plenario aprobaría un paro de 36 horas en septiembre pero sin fijar fecha, una decisión que sectores radicalizados interpretaron como una carta para seguir negociando con el gobierno para no efectuar la huelga. (FIN/IPS/mv/ag/ip/96

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