AMERICA: Reunión de infancia asume meta de Cumbre en gasto social

Ministros y viceministros de 34 países de América asumieron hoy en esta capital la meta de la Cumbre de Desarrollo Social de destinar 20 por ciento de los presupuestos públicos a los servicios sociales básicos.

Este es una de las principales resoluciones de la Tercera Reunión Americana de Infancia y Políticas Sociales, consignadas en el Acuerdo de Santiago, suscrito al culminar la reunión inaugurada este jueves por el presidente chileno Eduardo Frei.

Este foro, establecido a partir de 1992 en México y que tuvo su segunda reunión en Bogotá en 1994, es tal vez el más amplio del continente, sin exclusiones políticas ni ideológicas, como lo demuestra la participación en él de Cuba y los Estados Unidos.

Chile, a través del ministro de Planificación, Luis Maira, asumió hasta 1998 la presidencia de la secretaría hemisférica de seguimiento de las metas en favor de la niñez hacia el año 2000, planteadas en la Cumbre Mundial de la Infancia de 1990.

En el balance de logros e insuficiencias en torno a esas metas, se planteó "realizar importantes esfuerzos adicionales para acelerar, expandir y aumentar la eficiencia, eficacia y equidad de la política social".

En este sentido, se rescató la recomendación emanada de la Cumbre Mundial para el Desarrollo Social, de marzo de 1995 en Copenhague, de que tanto los países donantes como los en desarrollo destinen 20 por ciento de su presupuesto a los servicios sociales básicos.

La chilena Marta Maurás, directora regional del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en América Latina, indicó que su organización entiende como básicos los servicios de salud, educación, planificación familiar, agua y saneamiento sanitario.

La directora ejecutiva de Unicef, Carol Bellamy, de Estados Unidos, advirtió que una de las metas con déficit de cumplimiento en el continente es precisamente la de mejorar y aumentar el acceso al agua potable y garantizar el saneamiento.

Aunque las condiciones varían de un país a otro, Bellamy señaló que tanto en este aspecto como en materia de mortalidad materna, que también muestra metas no alcanzadas, es necesario multiplicar los esfuerzos.

La mortalidad materna se refiere a muertes asociadas al embarazo y al parto, y sigue siendo preocupantemente alta en general, mientras que la mortalidad infantil se mantiene elevada sólo en los países más pobres, según el informe de Unicef a la reunión.

Las naciones que muestran más insuficiencias en cuanto a las metas son las de menor desarrollo relativo en el hemisferio, como Haití, Bolivia y algunos países centroamericanos.

Maira resaltó al respecto que la cooperación internacional fue un tema recurrente en los análisis de los gobiernos, destacándose el surgimiento en los últimos años en el continente de formas de asistencia Sur-Sur de países de desarrollo medio a los de menor desarrollo relativo.

Bellamy reiteró a su vez que, pese a los diferentes grados de desarrollo de los países, los problemas de la infancia están asociados a la pobreza, un fenómeno que crece tanto en las naciones latinoamericanas como en Estados Unidos y Canadá.

El Acuerdo de Santiago reitera las metas en materia de salud, que muestran un alto grado de cumplimiento con las excepciones ya indicadas, y Maira advirtió que algunos países, como el propio Chile, tienen ahora que elevar sus objetivos en áreas como la disminución de la mortalidad infantil.

El Acuerdo consigna asímismo la necesidad de mejorar la calidad de la educación y aumentar la cobertura en los niveles preescolares y plantea promover y apoyar los programas orientados a fortalecer el núcleo familiar en el continente.

Las nuevas metas adoptadas por los 34 países aluden fundamentalmente a la educación y a la protección de la infancia ante los llamados desafíos emergentes, indicó Alberto Minujin, encargado de políticas sociales de la oficina regional de Unicef.

Entre los problemas emergentes se señala "el sida, las adicciones a drogas, el embarazo precoz, el abandono, el maltrato, el trabajo infantil, la violencia y el abuso sexual contra niños y particularmente contra niñas y mujeres".

El elenco de problemas recientes o en aumento incluye también a la difusión de la violencia a través de los medios de comunicación y, en materia laboral, al desempleo, subempleo y trabajos de mala calidad y bajos salarios.

Los ministros y viceministros se comprometieron igualmente a seguir trabajando en la adecuación de las legislaciones nacionales a la Convención de los Derechos del Niño, adoptada por Naciones Unidas en la Cumbre en Favor de la Infancia de 1990.

La convención, ratificada ya por 187 estados en todo el mundo, reconoce a los niños y adolescentes no sólo como sujetos de tutelaje o protección, sino también como titulares de derechos que los estados y la sociedad deben garantizar. (FIN/IPS/ggr/pr-hd/96

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